‘En un mundo mejor’, talión al acecho

JOSÉ LUIS CELADA | Bien sabe el ser humano que el “ojo por ojo y diente por diente” jamás ha resuelto satisfactoriamente las diferencias con sus semejantes. Sin embargo, se empeña en recurrir una y otra vez a la vieja Ley del Talión para impartir justicia, alimentando una espiral de venganza que, lejos de restablecer cualquier orden, empuja a nuestras sociedades por una peligrosa pendiente de deshumanización. Cómo poner freno a esta deriva desde su misma raíz es el arduo desafío que plantea una producción danesa de título entusiasta: En un mundo mejor.

Oscar 2011 a la Mejor Película de Habla No Inglesa, el nuevo trabajo de Susanne Bier nos acerca a una historia local de resonancias (y consecuencias) universales. Acompañando a su protagonista (un heroico y emotivo Mikael Persbrandt), la realizadora emprende un viaje de ida y vuelta entre Dinamarca y África para mostrarnos sendos escenarios bien distintos (un colegio en el “civilizado” norte y un campo de refugiados en el “caótico” sur), aunque atravesados ambos por la crueldad, el miedo y la eterna disyuntiva que amenaza la convivencia en el planeta: ¿represalia o perdón?

Tras sus pinitos iniciales en el Dogma 95 junto a otros compatriotas y su más que digna aventura americana (Cosas que perdimos en el fuego), Bier regresa a su país en busca de argumentos cercanos, pero de largo recorrido. Solo así se explicaría que un episodio de acoso escolar (bullying), demasiado frecuente por estos pagos, entronque con la clamorosa situación de cientos de víctimas del enésimo conflicto africano. Porque el aprendizaje/transmisión de determinados valores (diálogo, respeto, solidaridad…) no entiende de fronteras, salva distancias y –lo que es más importante– vidas: las que penden de un hilo y las que corren el riesgo de echarse al traste.

Es algo que nuestro hombre conoce, como médico y como padre. Y eso es lo que quiere inculcarle a su hijo y al amigo de este, dos preadolescentes (espléndidamente interpretados por William Jøhnk Nielsen y Markus Rygaard) que sufren el dolor por la pérdida de una madre o la cruel humillación de un compañero. Expresiones de un drama que hermana la vulnerabilidad y el hermetismo de esa edad con la silenciosa indefensión que deja tras de sí la guerra, con su rastro de violencia, horror y muerte.

Talión acecha en cada esquina, bajo el polvoriento atardecer de la sabana o sobre el gris asfalto nórdico, tratando de ganar adeptos para la causa del desengaño. Mientras, todavía hay quienes, como la directora de esta cinta, creen en la educación (y en un cine necesario y comprometido) para redimirnos del egoísmo. Aun cuando en su afán de lanzar un mensaje esperanzador, se deje arrastrar por una cierta candidez, que esta película nos devuelva a la calle con la sensación de que podemos vivir en un mundo mejor, es ya todo un triunfo para los tiempos que corren.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Haevnen.

DIRECCIÓN: Susanne Bier.

GUIÓN: Anders Thomas Jensen.

FOTOGRAFÍA: Morten Søborg.

MÚSICA: Johan Söderqvist.

PRODUCCIÓN: Sisse Graum Jorgensen.

INTÉRPRETES: Mikael Persbrandt, Trine Dyrholm, Ulrich Thomsen, Markus Rygaard, William Jøhnk Nielsen, Bodil Jorgensen.

En el nº 2.749 de Vida Nueva

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