Crece el número de sacerdotes asesinados en México

Un informe de la Sociedad de San Pablo cifra en 20 los muertos desde 1993

PABLO ROMO CEDANO. MÉXICO| El número de agresiones y ataques a sacerdotes se ha incrementado durante los últimos años en México, según recoge un reciente informe del Centro Católico Multimedial (CCM) de la Sociedad de San Pablo, que contabiliza, además, el asesinato de 12 presbíteros y religiosos en los últimos seis años. Un período durante el cual “más de mil sacerdotes fueron víctimas de intentos de extorsión y, aproximadamente, 162 fueron amenazados de muerte”.

El informe destaca que “los delincuentes buscan dinero a cambio de protección, mientras que los pastores se ven amenazados”. La misma fuente denuncia que, desde 1993 hasta hoy, se han cometido 20 crímenes entre dicho colectivo (un cardenal, 15 sacerdotes, tres religiosos y un laico que ejercía las labores de sacristán), repartidos así por Estados: Distrito Federal (4), Chihuahua (3), Guerrero (3), Jalisco (2), Oaxaca (2), Veracruz (1), Michoacán (1), Hidalgo (1), Aguascalientes (1), Coahuila (1) y Puebla (1).

El informe de la Sociedad de San Pablo, sin embargo, se centra en los ministros de culto, atribuyendo sus crímenes al “laicismo radical”; y se remonta incluso al asesinato del cardenal Posadas, en mayo de 1993 en Guadalajara, en los albores de la violencia generada por el crimen organizado, hasta desembocar en los últimos homicidios.

Por otra parte, haciéndose eco de los datos manejados por la Agencia Fides, de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, constata cómo México ocupa el segundo lugar (15 %) de América Latina en los asesinatos de sacerdotes, solo por detrás de Colombia (40 %) y por delante de Brasil (10 %).

Días atrás, Vida Nueva departía con el director de una facultad de una universidad administrada por religiosos (cuyo nombre se omite por razones obvias), quien reconocía que estudiantes “influyentes” extorsionan incluso a profesores y directivos exigiendo mejores calificaciones a cambio de inmunidad e integridad física.

En el nº 2.749 de Vida Nueva (información íntegra para suscriptores).

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