Una nota tras su Plenaria lo califica de “paradójico” en un país que se despuebla
El Episcopado uruguayo en una de las sesiones de su Plenaria
WASHINGTON URANGA. MONTEVIDEO | Al término de su primera Asamblea Plenaria del año en la ciudad de Florida, los obispos uruguayos emitieron una declaración preocupados por los proyectos de ley que propician la despenalización del aborto. “Al prepararnos a la celebración de la Pascua, fiesta de la Vida, golpea nuestro corazón de pastores la propuesta de una cultura de la muerte, de la cual es signo la insistencia de algunos a favor del aborto”, afirma el comunicado de la Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU).
Bajo la presidencia del obispo de Mercedes, el salesiano Carlos Mª Collazzi, los prelados se reunieron del 21 al 25 de marzo para debatir tanto temas institucionales como otros referidos a la presencia católica en la sociedad uruguaya. Así, la cita se abrió con una meditación sobre la exhortación Verbum Domini, para abordar luego asuntos como la próxima beatificación de Juan Pablo II o la situación del Círculo Católico de Obreros, institución sanitaria de la Iglesia con más de un siglo de vida y cuya identidad católica, recogida en sus estatutos, es cuestionada ahora por las actuales autoridades de la misma.
Sobre los citados proyectos de despenalización del aborto, los miembros de la CEU defendieron que “la destrucción de una vida inocente nunca se puede aprobar” y, en el contexto de “una sociedad que defiende los derechos humanos”, proclamaron “la defensa del derecho fundamental a la vida de los seres humanos más indefensos”. Hoy existen en Uruguay varias iniciativas a favor de la despenalización del aborto, algunas de las cuales cuentan con el respaldo de miembros del Frente Amplio gobernante. Ante dichas propuestas, los pastores advierten: “La muerte del más débil, del inocente, del que tiene capacidades diferentes, no es solo quitar una vida, es también cortar una generación”.
Uruguay es un país con escasa densidad poblacional, alto índice de emigración, baja tasa de natalidad y un crecimiento de la edad media de sus habitantes. Todo ello ha generado políticas públicas destinadas a incentivar la natalidad y promover nuevos flujos migratorios hacia este pequeño país latinoamericano. A la vista de eso, los obispos consideran “paradójico que, mientras se quiere alimentar el número de nacimientos, ante el invierno demográfico de nuestra nación, y se habla de recurrir a ciudadanos de otros países para poblar nuestro suelo uruguayo, se impulsen leyes para diezmar nuestra población”.
Para paliar tal situación, la CEU emitió “un nuevo llamado a la conciencia de nuestro pueblo y nuestros gobernantes ante este tema de primordial importancia”, porque “pensamos que es necesario un esfuerzo de imaginación y humanidad para encontrar soluciones que, frente a los embarazos no deseados, contemplen las vidas de las madres y de sus hijos en gestación”.
Asamblea del CELAM
El Episcopado puso sobre su mesa de trabajo, asimismo, los preparativos de la 33ª Asamblea General del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) que, por primera vez en su historia, se celebrará en Montevideo, la capital oriental, el próximo mes de mayo.
El encuentro, en el que participarán los presidentes y secretarios generales de los 22 episcopados del continente, tendrá carácter electivo, pues de él saldrán las autoridades del CELAM para 2011-2014 y un nuevo Plan Global para este período. En el marco de la Plenaria de la CEU, se conoció también que los obispos preparan una carta pastoral con motivo del Bicentenario del país que se celebra este año. Según se adelantó, el documento “apunta a ofrecer una reflexión sobre grandes temas de la vida nacional, principalmente derechos humanos, educación, salud, familia y vida” y se dará a conocer en los próximos meses.
En el nº 2.748 de Vida Nueva
