Colombia quiere combatir las armas con desarrollo

Entidades civiles y religiosas firman una declaración para reducir la violencia y promover la justicia social

Juan Vicente Córdoba y Angelino Garzón, durante la jornada

JIMMY ESCOBAR G. BOGOTÁ | El pasado 24 de marzo, en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) en Bogotá, tuvo lugar la firma de la Declaración de la Sociedad Civil Colombiana sobre Reducción de la Violencia Armada y Promoción del Desarrollo, un acto que convocó a todos los representantes de ONG y organizaciones religiosas promotoras de paz en el país.

La jornada contó con la presencia, entre otros, del secretario general de la CEC, Juan Vicente Córdoba; del vicepresidente de la República, Angelino Garzón; del ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, así como de embajadores y representantes de diversas organizaciones de la sociedad civil.

Restrepo, quien se hizo presente minutos después de iniciado el evento, recordó que “no es con el uso ilícito de las armas con lo que se va a lograr el desarrollo social del país”, y lamentó que “cada vez más se pierde la capacidad de asombro y se advierte la incapacidad de reacción”, por lo que “esta Declaración es una forma de reaccionar y actuar”.

Antes, el director de Redepaz, Luis Emil Sanabria, desveló que “cuatro millones de armas ligeras circulan en el país y más de la mitad están en manos criminales”. Y es que, como apuntó, por su parte, Daniel Luz, asesor para la seguridad ciudadana del PNUD para América Latina, en muchos Estados de la región, la inversión en armamento supera el presupuesto de salud y educación.

El documento se compromete a poner en marcha principalmente tres acciones:

1. La constitución de un grupo de trabajo sobre reducción de la violencia armada, promoción del desarrollo y construcción de la paz, encargado de “hacer seguimiento y diagnóstico permanente del marco normativo y regulatorio existente”, así como de “liderar y ejecutar una campaña nacional permanente de educación para el desarme”.

2. Canalizar, coordinar y apoyar iniciativas de la sociedad civil dirigidas a reducir la violencia armada y promover el desarrollo para mejorar su efectividad.

3. Incluir acciones en los programas, proyectos e intervenciones de las organizaciones de la sociedad civil para que, de manera indirecta, consideren reducciones de la violencia armada.

El vicepresidente del país calificó esta convocatoria de “muy oportuna” e invitó a los participantes a “construir un frente común” para generar una cultura de “cero tolerancia con la violencia”.

En el nº 2.748 de Vida Nueva (información completa para suscriptores).

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