La desbordante singladura literaria de El Barco de Vapor y Gran Angular

La reciente entrega de los prestigiosos premios, toda una reivindicación de la lectura y la educación

De izq. a dcha., Lucía Figar, Arlet Hinojosa, Daniel Nesquens, Doña Letizia, Begoña Oro, Ángel Gabilondo y Juan de Isasa

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ. FOTOS: SERGIO CUESTA | Si hay una verdadera literatura hoy en España, y en buena parte de Iberoamérica, es la infantil y juvenil. No solo porque vende, sino por su enorme calidad, el gran número de autores y su amplísimo eco en la educación de niños y jóvenes. Nunca niños y jóvenes han leído tanto, y ahí están los elevados índices de lectura. Tampoco nunca han tenido la oportunidad de leer libros de tanta calidad. Gran parte de culpa tiene en ello la solidez y la perseverancia de premios como El Barco de Vapor y Gran Angular, que un año más –y ya van 33– insisten en el descubrimiento y reconocimiento de autores y títulos. En esta edición, el jurado ha elegido ganadores a Daniel Nesquens, con Mi vecino de abajo (Premio El Barco de Vapor de Literatura Infantil), y Begoña Oro, con Pomelo y limón (Premio Gran Angular de Literatura Juvenil).

La ceremonia de entrega, que se celebró en la Real Casa de Correos de Madrid el 23 de marzo, se convirtió en toda una reivindicación de la lectura y la educación, con la presencia de la Princesa de Asturias, Doña Letizia; el ministro de Educación, Ángel Gabilondo; la consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, y el presidente de SM, Juan de Isasa.

Doña Letizia quiso agradecer la labor de todas las personas que se entregan a la tarea fundamental de la educación y “en especial a la Fundación SM y a todo su equipo, que dedican su tiempo y su trabajo a que nuestros niños y nuestros jóvenes lean”. Según dijo citando a García de la Concha, a leer como una “actividad total del espíritu con la que se movilizan la inteligencia, la sensibilidad y los valores morales y estéticos”. De ahí que Ángel Gabilondo subrayara la necesidad de premios como El Barco de Vapor y Gran Angular para publicar “buenos libros que eduquen”.

Colecciones emblemáticas

Todos ellos, sin duda, son méritos de los Premios Barco de Vapor y Gran Angular. “Nadie ha hecho más por los autores de la Literatura Infantil y Juvenil en España y en Hispanoamérica que estos premios. Es cierto que luego han llegado otros premios y otras editoriales, pero ninguno tiene la dotación económica de los nuestros ni ha sido capaz de crear un fondo de publicaciones tan emblemático que han contribuido a la educación de millones de niños”.

La frase de Leoncio Fernández, director de la Fundación SM, sirve para resaltar la larga vida de unas colecciones emblemáticas que representan, como ninguna otra, el espíritu de SM, inseparable de las propias bases de los premios, que declaran que su fin es “promover la creación de una literatura para niños y jóvenes que fomente el gusto por la lectura y transmita, con calidad literaria, unos valores humanos, sociales, culturales o religiosos que ayuden a construir un mundo digno”.

Solidaridad, compromiso, fidelidad, amor a lo sencillo, respeto al diferente, conocimiento de Dios. Son algunos de los valores que han difundido algunas de las obras premiadas desde que en 1978 se creara la colección y el premio El Barco de Vapor, que tres años después se amplió al público juvenil con Gran Angular.

Especialmente en torno a El Barco de Vapor, se ha creado una mística singular, porque su peso en la educación lectora de cientos de miles de niños es innegable, con títulos premiados que hoy son referentes incuestionables como Fray Perico y su borrico (1979), del inolvidable Juan Muñoz, que es el título más vendido a lo largo de la historia de la colección, con más de un millón y medio de ejemplares.

“Ya hay muchos padres que leyeron ese libro en su infancia que ven cómo hoy sus hijos continúan divirtiéndose con el humor non-sense de este personaje, su burrito y sus compañeros. Un premio que, sin duda, marcó una época, y se ha convertido en un referente en la literatura infantil”, según destaca Elsa Aguiar, gerente editorial de Publicaciones SM.

Más información, en el nº 2.748 de Vida Nueva o pinchando aquí

Compartir