Re-orientarse

JUNKAL GUEVARA, biblista, profesora adjunta al Departamento de Sagrada Escritura de la Facultad de Teología de Granada

“la Iglesia católica no es un museo de arqueología. Es la antigua fuente del pueblo que suministra el agua a las generaciones actuales igual que a las generaciones pasadas”


Al recorrer Turquía he caído en la cuenta de la necesidad de los católicos romanos de volver la cabeza y el corazón hacia nuestras raíces orientales. Un doble movimiento intelectual y afectivo que renovaría desde lo profundo esa, a veces, anémica fe de los europeos.

Esta re-orientación comenzaría por leer los grandes discursos de Pablo en Antioquia de Pisidia (Hch 13, 16-41), Atenas (Hch 17, 23-31) y Mileto (Hch 20, 17-38); conoceríamos su esfuerzo por dar razón de su esperanza a quien se lo pidiere (1 Pe 3, 5).

Leeríamos las cartas a las siete Iglesias de Asia Menor –la Iglesia universal– (Ap 1,4-3,22) y escucharíamos al Jesús resucitado invitándose a cenar en ellas, pese al olvido del primer amor de Éfeso, la encrucijada de Esmirna, la idolatría de Pérgamo, la confusión doctrinal de Tiatira, la hipocresía de Sardes, la debilidad de Filadelfia y la tibieza de Laodicea.

Recordaríamos la formulación trinitaria de nuestra fe, la confesión de la naturaleza humano-divina de Cristo y de la maternidad divina de María (Nicea, Constantinopla, Éfeso y Calcedonia). Por último, miraríamos a los Padres Capadocios, pastores inquietos y entregados a sus Iglesias, celosos de la integridad de la fe, buscadores incesantes de nuevas formas de expresar el seguimiento de Jesús… ¡Qué necesaria formación religiosa recibiríamos en este tour oriental!

Pero re-orientaríamos también el corazón y, viendo la presencia cristiana y católica en Oriente, “comunidades que caminan por el humilde sendero de la compañía cotidiana con los que no comparten nuestra fe” (Benedicto XVI), añadiríamos a nuestra oración por ellas el esfuerzo por peregrinar allí donde se fraguó nuestra fe, acompañar a las pequeñas comunidades en su soledad y mantener económicamente los lugares que nos significan…

Re-orientarnos y así recordar que “la Iglesia católica no es un museo de arqueología. Es la antigua fuente del pueblo que suministra el agua a las generaciones actuales igual que a las generaciones pasadas” (Juan XXIII).

En el nº 2.747 de Vida Nueva.

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