Los Derechos Humanos ganan protagonismo en México

La Iglesia celebra una reforma del Senado que reconoce la centralidad de la persona y el pleno ejercicio de la libertad religiosa

(Pablo Romo Cedano. México DF) La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) ha celebrado las recientes reformas constitucionales aprobadas por el Senado de la República en materia de Derechos Humanos, que modifican hasta once artículos de la Carta Magna y significan un avance sustantivo en la justicia del país, pues elevan a rango constitucional los Derechos Humanos reconocidos en los tratados internacionales y ratificados por México. Los obispos se congratulan, asimismo, de otros cambios, como la aplicación prevalente de la norma más favorable a la persona; la consagración de las obligaciones de las autoridades; o la formulación de los Derechos Humanos en el campo de la educación, el sistema penitenciario y la política exterior.

En un comunicado de prensa –firmado por Carlos Aguiar Retes y Víctor René Rodríguez Gómez, presidente y secretario general de la CEM, respectivamente–, los prelados se felicitan por una medida que “tiene elementos muy positivos e importantes” para la buena marcha del país. No solo porque “tiene sentido humanista”, sino también porque “marca el rumbo al pleno ejercicio de la Libertad Religiosa para todos los mexicanos”.

En este sentido, el padre Manuel Corral, secretario ejecutivo de Relaciones Públicas e Institucionales de la CEM y experto en el tema, declaró a Vida Nueva que, si bien el enunciado que mantiene la reforma en su artículo 24 tiene aún resabios decimonónicos (positivistas), “se ha colocado en la ruta para el respeto en México de este derecho” a la libertad religiosa de acuerdo con la Declaración Universal en su artículo 18.

Cabe recordar que las expresiones constitucionales en México no han evolucionado del mismo modo que en muchas otras partes del mundo, particularmente en Europa, donde el Derecho Internacional ratificado por las naciones se incorpora necesariamente a la normatividad del Estado. México, sin embargo, por más que ha firmado las convenciones internacionales, no las acepta como parte de su corpus legal. De hecho, no ha cumplido con algunas sentencias de la Corte Interamericana, a pesar de haber reconocido su jurisdiccionalidad.

La actual reforma establece también la figura del Estado de excepción de una manera más estricta, es decir, que no se podrá dictar salvo en casos muy extremos.

De igual forma, ya no se podrá expulsar a un extranjero por vía administrativa, sino que tendrá derecho a ser escuchado como cualquier detenido. Coincidiendo con los tiempos en el poder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el autoritarismo priísta, este artículo sirvió para obligar a muchos sacerdotes a abandonar Chiapas en la década pasada y funciona hasta la fecha para devolver a su país a miles de migrantes centroamericanos que intentan cruzar México.

De ahí que los obispos y las organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes hayan saludado esta reforma. Precisamente, estos colectivos impulsan ahora un visado especial de “trasmigrantes” para los centroamericanos que solo transitan por territorio mexicano hacia los Estados Unidos, asegurando así su protección y evitando que sean detenidos camino de la frontera norte.

Guerra contra el crimen

Esta urgente invitación a respetar los Derechos Humanos se produce en el contexto de la guerra del Gobierno contra el crimen organizado, en la que se cometen ejecuciones extrajudiciales a plena luz del día, como las que relataba fechas atrás para el diario La Jornada el general Carlos Bibiano Villa Castillo: “La ventaja de nosotros –explicaba sin pudor– es nuestro armamento: tiro a tiro, pero bien apuntado. Por eso les hacemos muchas bajas. Hemos matado a unos 200”.

Los cambios introducidos robustecerán a las Comisiones Públicas de Derechos Humanos, brindarán nuevas herramientas de defensa a la sociedad en general ante posibles arbitrariedades y ampliarán el horizonte legal de la justicia en México. Si bien trasladan la facultad de investigación del Poder Judicial a la instancia nacional de Derechos Humanos, perdiendo una potestad importante, el ombudsman (Defensor del Pueblo) nacional la recupera.

Esta reforma, por otra parte, es expresión del esfuerzo de cuantos desde diversos ámbitos han luchado durante años para que los Derechos Humanos sean reconocidos constitucionalmente. Es el caso de los familiares de detenidos-desaparecidos, que se mostraron optimistas ante estos cambios y esperan que pronto se esclarezca el paradero de sus seres queridos, cientos de personas de las que no han vuelto a saber nada desde hace años.

La nota episcopal concluye celebrando que “la persona, la vida, el matrimonio y la familia tengan ahora un lugar destacado en el ordenamiento constitucional mexicano”, y confía en el “pleno reconocimiento de los Derechos Humanos de cada persona en México a la Libertad Religiosa y a la Vida, así como la debida protección al matrimonio entre varón y mujer y de las familias mexicanas, siempre en respeto al Derecho Internacional de los Derechos Humanos”.

Una reforma, en suma, que coloca en el “centro a la persona humana”, sustituye el simple respeto de garantías por el reconocimiento de los Derechos Humanos, y que, una vez ratificada por los Estados de la Federación, “se verán beneficios para la cultura y la convivencia entre los mexicanos”.

MATRIMONIO Y MIGRACIONES

Semanas atrás, en el marco de la reunión bilateral de los presidentes Barack Obama y Felipe Calderón, los obispos del sur de los Estados Unidos (El Paso, Brownsville, San Antonio, San Angelo, Laredo y Amarillo) y los del norte de México (Ciudad Juárez, Nuevo Casas Grandes, Matamoros y Nuevo Laredo) celebraron un encuentro en la ciudad fronteriza de El Paso (Texas) para conversar sobre los problemas derivados de la administración de sacramentos a ambos lados de la frontera y su equiparación, la compatibilidad de los matrimonios binacionales, la preparación sacramental, y las irregularidades que provoca la migración en este campo, como pueden ser los matrimonios “de conveniencia”.

Un problema pastoral que tiene su origen en la migración desmedida que se ha registrado en los últimos años hacia los Estados Unidos, lo que ha generado una serie de anomalías en los trámites para registrar los sacramentos. Los participantes acordaron mejorar el registro de los sacramentos, establecer un estándar de actuación para cuestiones matrimoniales complejas y compartir información a fin de evitar tales situaciones irregulares. Asimismo, en compañía de expertos, los prelados trataron temas como la situación de los propios migrantes, la violencia en la zona y las violaciones de los derechos humanos.

Una cita breve, pero fructífera, que contrasta con los pobres resultados obtenidos en la cumbre entre los mandatarios de ambos países: Obama no se comprometió claramente a acabar con el tráfico de armas, y el Gobierno mexicano expuso las dificultades que representa para un país soberano que agentes estadounidenses porten armas en su territorio.

Aunque si algo empañó esta reunión al más alto nivel fueron las revelaciones de WikiLeaks poniendo al descubierto el profundo desprecio de la Embajada norteamericana hacia el “pobre desempeño” en materia de seguridad del Ejecutivo de Calderón.Es tal la tensión, que el embajador estadounidense, Carlos Pascual, no ha sido recibido por funcionarios del Gobierno mexicano desde que aparecieron los cables filtrados.

En el nº 2.746 de Vida Nueva

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