“Siempre hay una razón para vivir”

Los obispos lanzan un mensaje de esperanza con motivo de la Jornada por la Vida

(Fran Otero) Se acerca, un año más, la Jornada por la Vida (25 de marzo), marcada en años anteriores por el debate y posterior aprobación de la Ley del Aborto. Atrás quedaron las campañas públicas y extraordinarias de la Conferencia Episcopal Española (CEE); quién no se acuerda del polémico lince o de los amables brazos sosteniendo a un bebé. En la de este 2011, predomina la ternura y la esperanza. Siempre hay una razón para vivir, reza el lema que los obispos han elegido. Una frase que aparece en los carteles y dípticos realizados para la ocasión, y en los que se puede ver a un joven con discapacidad. Los materiales se completan con un vídeo y un micrositio web [vea aquí el vídeo de la campaña].

Su intención es, ante todo, ofrecer “la esperanza cristiana” en una situación, la actual, en la que existe, según diagnostica la Subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida en su mensaje para la ocasión, “una oscuridad que lleva a no apreciar la grandeza y la belleza de cada vida humana eternamente amada por Dios”.

Sin embargo, son muchas las preguntas que surgen en el debate con la sociedad cuando las circunstancias son complicadas… ¿Qué motivos habría para vivir entonces? La respuesta se encuentra en el mensaje episcopal: “Existe una razón para vivir porque se nos ha ofrecido un amor mayor que nosotros mismos, que nos permite construir nuestra historia personal y que nos salva, dándonos la posibilidad de realizar plenamente nuestra vida en el amor siendo sus hijos, aunque esté marcada por el dolor”.

Es, en definitiva, una dignidad que permanece “inalterada en todos los momentos y fases de la vida”. “Siempre somos hijos y en todo momento podemos vivir en comunión con Jesucristo, que acompaña a cada persona en todo momento y de un modo particular cuando la vida está marcada por el dolor o la pobreza”, se recoge.

Pero hay más preguntas. Las dudas sobre poder soportar el sufrimiento, la enfermedad, la discapacidad… pesan. ¿Cómo hacerlo? La respuesta es el amor. “Para muchos, inmersos en una sociedad utilitarista y materialista que valora el fruto de la vida según una medida cuantificable de éxitos, placer, salud, triunfos etc., es difícil encontrar la razón para vivir en los momentos en los que parece no se sirve para nada o se padece sufrimiento. Por eso, la existencia de cada persona no es valiosa ni fecunda por la ponderación de ciertos bienes logrados, sino por el don de la propia vida por amor”. Hay ejemplos de ello, “personas que aportan luz en el sufrimiento”, reivindican los obispos.

En este campo, en el del anuncio de la esperanza, está empeñada la Iglesia. Transmitir este mensaje está en “el centro de su misión”. Por ello, sus pastores agradecen y reconocen el trabajo de tantos cristianos “en el acompañamiento de la vida naciente y de familias; en residencias de menores y de ancianos sin recursos; en hogares para niños con discapacidades físicas o psíquicas; en residencias para enfermos mentales, o centros de recuperación de drogadictos; en centros de acogida y atención a enfermos de sida; en comedores y albergues para los que no tienen techo; en hospitales o clínicas promovidas por la Iglesia para mostrar el amor de Cristo con el enfermo; en la inmensa red de Cáritas o en los innumerables proyectos realizados por multitud de consagrados y laicos comprometidos con los más pobres”.

“Esta enorme fecundidad eclesial es el testimonio sin palabras que reconoce la grandeza y dignidad sagradas del ser humano y manifiesta la certeza de que el amor de Dios abraza, cuida y comparte cada día”, concluyen.

Manifestación 26-M

Paralelamente a la jornada eclesial, parte de la sociedad civil –alentados por grupos provida– se manifestará el próximo 26 de marzo en Madrid en una marcha que recuerda a las que surgieron como reacción a la Ley del Aborto. Esta, en cambio, parece no verse afectada por las diferencias entre asociaciones que provocaron importantes enfrentamientos y divisiones en aquellos momentos.

También destaca que en el manifiesto realizado no se centran exclusivamente en la cuestión del aborto, sino que extiende su defensa de la vida desde la concepción hasta su fin natural, haciendo mención al terrorismo y al maltrato.

A ella también se han adherido asociaciones católicas como el Consejo de Laicos de Madrid, que ha invitado a los fieles a participar en la marcha. La de Madrid centrará las informaciones por su trascendencia, pero también se preparan concentraciones en numerosas ciudades españolas e, incluso, en el extranjero. Sí a la vida será el lema de todas ellas.

En el nº 2.746 de Vida Nueva.

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