El presidente Sebastián Piñera es recibido por el Papa
(José Luis Celada) Hacia las 11 de la mañana del pasado día 3, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, llegaba al Vaticano para ser recibido en audiencia por Benedicto XVI. Tras los consabidos saludos de rigor, ambos pasaron a la Biblioteca Privada papal. Allí, antes de su entrevista a solas y a puerta cerrada, el mandatario le recordó al Pontífice el difícil año vivido por el país que preside, tras el terremoto de febrero de 2010 y el episodio de los 33 mineros sepultados durante 69 días y felizmente rescatados en octubre, aunque admitió que, en líneas generales, “todo va bien”.
A continuación, por espacio de 25 minutos y “en un clima de cordialidad” –según desvela un comunicado de la Oficina de Prensa de la Santa Sede–, debatieron “temas de interés común, como la salvaguardia de la vida humana y de la familia, la ayuda al desarrollo integral, la lucha contra la pobreza, el respeto de los derechos humanos, la justicia y la paz social”.
Un contexto en el que se puso de manifiesto “el papel y la contribución positiva de las instituciones católicas en la sociedad chilena, especialmente en la promoción humana y en la formación”. Piñera pasó revista también junto al sucesor de Pedro “a la situación de América Latina, constatando la convergencia entre la Santa Sede y el Gobierno chileno sobre los valores fundamentales de la convivencia humana”.
Al término de su encuentro privado, se sumaron al acto la esposa del presidente, Cecilia Morel, y varios de sus ministros: Alfredo Moreno (Relaciones Exteriores), Juan Andrés Fontaine (Economía) y Catalina Parot (Bienes Nacionales).
Diversas agencias informativas confirmaron, asimismo, que la comitiva estaba integrada también por el presidente de la Corte Suprema y algunos parlamentarios, hasta un total de 17 personas. Piñera le regaló al Papa un incensario de plata, réplica del que hay en la Catedral de Santiago, y Benedicto XVI le correspondió con la medalla en oro de su pontificado.
Los senadores asistentes, por su parte, regalaron a su anfitrión un libro, una Constitución chilena y una Biblia en mapuche. Posteriormente, el presidente se reunió con el cardenal Bertone, secretario de Estado vaticano, y con el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados. También aprovechó su visita para saludar al cardenal Sodano, decano del Colegio Cardenalicio y nuncio en Chile durante una década (1978-1988).
En el nº 2.745 de Vida Nueva