Los inmigrantes ilegales en México buscan la protección de la Iglesia ante las mafias

Sacerdotes encabezan una marcha para exigir a las autoridades que frenen la oleada de asesinatos y extorsiones

La celebración de la eucaristía llegó a su fin y el P. Heyman Vázquez Medina dio la bendición a los fieles reunidos. Aún con gran incertidumbre, las mujeres llorosas se acogieron a la bendición y los hombres, con el rostro tenso, voltearon hacia la puerta del templo esperando que, en cualquier momento, sucediese lo que todos temían. Eran más de 200 inmigrantes hondureños, salvadoreños y guatemaltecos que, tras ese acto, comenzaban el pasado mes la primera etapa de la Caravana Paso a Paso por la Paz, con la que se pretende que las autoridades federales y estatales frenen la oleada de secuestros, homicidios, redadas y abusos sexuales contra los inmigrantes ilegales que cruzan México en su tránsito hacia los Estados Unidos.

La presencia de sacerdotes con sus sotanas blancas y de algunas decenas de jóvenes activistas de derechos humanos con grandes pancartas que los acompañaban animaba a estos inmigrantes en esta primera caminata desde la frontera hasta la ciudad de Arriaga, en Chiapas. Poco a poco se iban incorporando en el camino hacia la carretera, fotógrafos, reporteros, gente del pueblo de Tapachula, que los despedía haciendo la señal de cruz, pues esa marcha había sido muy amenazada.

El P. Heyman dirige la Casa del Migrante “Hogar de la Misericordia”, en Arriaga, un ejemplo más de la labor de la Iglesia en favor de estas personas y, también, de su lucha contra las mafias que les hostigan. En esa casa los acoge, alimenta y protege de los miembros del crimen organizado, coludidos con autoridades, que han encontrado en la migración de cientos de miles de centroamericanos un pingüe negocio. Los criminales secuestran a los migrantes –a veces, los propios agentes de migración–, los policías y soldados se los entregan a estos criminales, quienes hacen que llamen por teléfono a sus parientes en los Estados Unidos para que les envíen inmediatamente dinero. Los migrantes cobran el dinero, que se lo entregan inmediatamente a sus captores. Las transacciones se hacen a plena luz del día, en las instituciones bancarias o puestos de transferencia de dinero, con el cobijo y cuidado de las compañías que envían dinero, cobrando sus respectivas comisiones. El P. Heyman ha recibido numerosas amenazas por su trabajo con estos inmigrantes.

Más de 20.000 secuestros

Aurora Huet, madre de uno de ellos, desaparecido tras un secuestro el 16 de diciembre, habla ante las cámaras de televisión: “Mi hijo desapareció junto con otros 75 migrantes de Honduras, El Salvador y Guatemala. Se lo llevaron y el P. Alejandro Solalinde dice que fue el crimen organizado. Desde entonces no sé nada de él”.

Alejandro Solalinde denunció públicamente que el pasado 16 de diciembre, más de 50 centroamericanos fueron bajados por la fuerza de La Bestia – como se le llama al tren de carga que va de Arriaga hacia el Valle de México – en la localidad de Chahuites, en Oaxaca. “Los obligaron a subirse a unas camionetas y se los llevaron”, afirmó en un conocido programa de radio. Y agregó: “Tengo testigos de los hechos”. El Gobierno mexicano inmediatamente lo negó, acusó de “mentiroso” al P. Solalinde, y minimizó los hechos: “No hay pruebas de lo que el sacerdote afirma. Con frecuencia, estos migrantes son miembros de bandas del crimen que tienen acciones delincuenciales”. Dos días después, las embajadas de El Salvador, Guatemala y Honduras, en un hecho insólito de valor, rompiendo la tradición diplomática de silencio y sumisión, desmintieron al Gobierno mexicano y exigieron una investigación. Al día siguiente, la Comisión Nacional de Derechos Humanos reportó que, en los últimos seis meses, fueron secuestrados 9.758 migrantes en el sur de México, es decir, más de 50 al día. Hay que señalar que la mayoría de los crímenes no se denuncian en el país por temor a represalias. En todo 2010, según las mismas fuentes, los secuestrados fueron más de 20.000.

No es la primera vez que el P. Solalinde denuncia este tipo de crímenes. Desde hace al menos cuatro años, reporta frecuentemente crímenes que suceden en las inmediaciones de su parroquia, y conoce bien los hechos porque atiende a esas personas en la Casa del Migrante “Hermanos en Camino”, en Ixtepec. De hecho, él mismo ha sufrido constantes amenazas y hostigamientos. Amnistía Internacional lo considera un defensor de derechos humanos “en peligro” por su actividad. “El mayor desafío que tengo que superar es el de la intimidación, el acoso y la falta de respeto constantes de personas que no quieren que lleve a cabo mi labor de ayuda a los migrantes. Muchas autoridades locales, bandas de delincuentes y traficantes de droga quieren librarse de los defensores de los derechos humanos”, afirmó recientemente.

El 26 de febrero de 2007, creó el refugio para migrantes que atiende. Se encuentra ubicado en las inmediaciones de las vías del ferrocarril por las que viajan las personas procedentes de Centroamérica. Más de 400 migrantes durmieron en el refugio la primera noche que abrió sus puertas, y el flujo de personas ha sido constante desde entonces. Cabe mencionar que los migrantes acuden a las iglesias en búsqueda de ayuda y que las religiosas y sacerdotes abren sus puertas ante tanta demanda. Por ejemplo, en la Casa del Migrante “Belem”, en la diócesis de Saltillo, más de 40.000 personas han sido atendidas en los últimos años.

Esta muestra de solidaridad con los migrantes ha provocado ataques por parte de miembros xenófobos de comunidades locales, alentados por bandas de delincuentes y autoridades. Un ejemplo de las intimidaciones que sufre el P. Solalinde ocurrió el 24 de junio de 2008, cuando unos 50 residentes de Ciudad Ixtepec, encabezados por el alcalde y 14 policías, irrumpieron en su albergue y amenazaron con prenderle fuego. Hace unos días, Solalinde denunció al secretario de Seguridad Pública Federal de ser cómplice de estos crímenes: “No es posible que se cometan a la luz del día y por canales abiertos, como el uso del teléfono, el banco de las transferencias bancarias, y se hagan sin al menos la anuencia de la policía”, señaló.

Apoyo de los obispos

La Caravana Paso a Paso por la Paz llegó, finalmente, a Oaxaca y fue recibida por el recién electo gobernador, Gabino Cué, quien se comprometió a esclarecer los hechos y a detener la “ola de crímenes contra migrantes”. La marcha ha ido crecido conforme pasan los días. Ahora caminan varios miles de activistas, más miembros de la Iglesia y voluntarios solidarios que exigen el esclarecimiento de los hechos. El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, envió una misiva saludando el valor de las familias que salen de la oscuridad para exigir justicia por sus familiares secuestrados. De igual manera, el obispo de Tehuantepec, Óscar A. Campos Contreras, hizo un llamado urgente a autoridades municipales, estatales y federales, para que den un seguimiento oportuno a las denuncias presentadas por migrantes centroamericanos que han sufrido vejaciones y abusos contra sus derechos humanos. El obispo mostró también su preocupación ante las amenazas de las que ha sido víctima el P. Solalinde “por su trabajo en apoyo a los más desprotegidos”.

Cabe recordar que el pasado 25 de agosto sucedió la peor masacre contra los migrantes centroamericanos, y una de las peores del 2010 del país, en San Fernando, Tamaulipas, donde 58 hombres y 14 mujeres, entre ellos menores de edad, fueron colocados contra la pared dentro de una bodega y fusilados por “no cooperar”. En ese entonces, las autoridades prometieron el esclarecimiento de los hechos. Hasta la fecha, los crímenes permanecen en la impunidad y muchos analistas afirman que las autoridades de migración están implicadas.

La Caravana Paso a Paso por la Paz concluyó su recorrido generando un gran consenso en la opinión pública sobre la necesidad de crear leyes y políticas públicas congruentes con las necesidades reales de los migrantes, que apoyen sus derechos en el país de tránsito hacia los Estados Unidos. Pero esta caravana también supone dejar en entredicho los buenos propósitos de investigación y castigo a los responsables de los crímenes cometidos contra esas personas. La Comisión pastoral sobre la movilidad humana del país se congratuló por el éxito de esta marcha, exhortó a detener por todos los medios estos crímenes y animó a que se realice un estudio más profundo sobre el fenómeno creciente que impulsa, a pesar de los riesgos, a miles de personas a abandonar su patria en búsqueda del cumplimiento del sueño americano. VNC

Pablo Romo Cedano. México DF

Compartir