EL MAL HUMOR DE TELEVISIÓN

A la televisión vamos a relajarnos y a ejercer una buena emoción. Y nos relajamos mejor si suspiramos o reímos. ¿Cómo y de qué nos reímos en la tele colombiana?

Nos reímos de los defectos del otro… así el boqueto, el tuerto, el discapacitado, el cojo nos produce risa.

Nos reímos del otro cultural… así al boyacense lo convertimos en ignorante, al chocoano en salvaje, al pastuso en bruto, al costeño en perezoso, al paisa en bandido, al valluno en guabaloso… Nos reímos de las mujeres… pareciese que hacer humor en Colombia fuera la venganza de los hombres contra las mujeres; lo chistoso es decir que la mujer es lo peor, lo mas cansón, lo más feo, lo más horripilante…

Nos reímos de lo morboso… el sexo no es una expresión del ser humano, es una manera de morbosiar, de seducir, de reír… así todo lo que signifique sexo causa risa. Nos reímos de lo grotesco… que el borracho…, que se vomitó…, que los ruidos en el baño…, que el taxista… todo lo de mal gusto se convierte en risa. Nos reímos a costa de los niños… usamos la inocencia de los pequeños para hacerles preguntas sexualitas, imitarlos como avispados, disfrazarlos de payasos. Y entre chiste, montadera y chanza el buen humor colombiano no aparece en televisión. Reírse y tener humor es ejercer el derecho a la ironía, a la auto-crítica, a pensarse en público desde la inteligencia, el lenguaje y el drama. Y de eso poco se ve en la burla y chascarrillo que se ha dado en llamar humor. Por eso para reír en Colombia vamos a la telenovela porque en Sábados Felices y los Comediantes de la noche, aunque se rían mucho, es imposible encontrar ideas o pensamientos. ¡Qué mal humor! VNC

OMAR RINCÓN

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