DESARROLLO EN LA REGIÓN DEL PACÍFICO TOMARÍA 50 AÑOS

Falta de espíritu comunitario, fragilidad de conciencias y otras iglesias son tres factores opuestos

Luego de la presentación de la carta pastoral “Tierra y territorio, don de Dios para la vida”, documento en el que los seis obispos de la región hacen un juicioso diagnóstico de esa zona del país (ver ed. 20), Monseñor Gustavo Girón Higuita, obispo de Tumaco y uno de los coautores del documento, contó a Vida Nueva las razones por las cuales, el desarrollo en la región además de enfrentar otros factores en contra, tardaría medio siglo en alcanzarse en un grado aceptable.

“Hay que crear el espíritu comunitario, en muchas comunidades hay celos, también el aspecto político ha incidido en que se esté trabajando una política muy parcializada, los afrocolombianos son muy susceptibles a propuestas de políticos facilistas, entonces hay que lograr que ellos tengan una conciencia más de fondo, que sepan comportarse como poseedores de su propia personalidad y riqueza”, comentó monseñor Girón Higuita.

De igual forma, identificó otros factores que estarían oponiéndose al crecimiento socioeconómico de esta zona del país: “lo más importante es lograr preparar su espíritu comunitario y  en segundo lugar su preparación intelectual. Estamos arrastrando niveles del 35 por ciento de analfabetismo y la cultura de nuestro pueblo es muy deficiente, eso hay que mejorarlo; estamos muy en la cola de la parte educativa del país. En tercer lugar ha habido escasez de evangelizadores precisamente por ser un territorio bastante abandonado y lo otro es la presencia de nuevas iglesias que causan divisiones y problemas en la población”.

El documento oficialmente hecho público en el marco de la pasada asamblea general del Episcopado colombiano, se estaría imprimiendo masivamente para distribuirlo entre alcaldes, gobernadores y otras entidades con incidencia en políticas públicas como un elemento de potencial influencia desde la Iglesia.

“El asunto nuestro no es solo un asunto social y político, sino que nuestra lucha es por consolidar los pueblos  desde su misma raíz humana y cristiana, de manera que queremos que esas iglesias del Pacífico sean florecientes, que la fe haga de ellos personas responsables, que sean personas que cultiven esa tierra, que la sepan explotar, que sepan vivir en ella y formar sus hogares allí y también  vivir su fe”. Concluyó que “dado el trazo de estas comunidades negras indígenas, calculo que se tome 50 años llevarlas hasta un nivel más o menos suficiente de desarrollo, la ley 70 fue dada en 1993, por lo que llevamos 17 años y apenas es el comienzo; sin embargo, en la práctica ya vemos que muchos lideres saben elaborar proyectos, saben presentar opciones y poco a poco vemos que eso está dando resultado”. VNC

TEXTO: S. Rodríguez

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