Kellia

(Jorge Juan Fernández Sangrador– Director de la B.A.C.)

“En aquellas celdas o kellia fueron pronunciados gran parte de los dichos y sentencias que posteriormente quedarían agrupados en la colección Apotegmas de los Padres del desierto.

Antoine Guillaumont (L’Arbresle, 1915 – París, 2000) fue un estudioso del cristianismo oriental, del copto, del siríaco y del monacato antiguo, que descubrió, en 1964, los Kellia, un conjunto de celdas habitadas por semianacoretas desde el siglo IV. Las fuentes documentales del monacato cristiano le proporcionaron los datos topográficos que habrían de permitirle hallarlos en wadi Natrún, en el Bajo Egipto, al oeste del delta del Nilo y en los límites del desierto de Libia.

Puesto que el número de monjes aumentaba en la montaña de Nitria, abba Amún pidió consejo a abba Antonio acerca del lugar en que deberían construirse nuevas celdas, y este se lo indicó después de haber caminado juntos por el desierto. A finales del siglo iv moraban allí seiscientos monjes, que combinaban soledad y vida comunitaria. En aquellas celdas o kellia fueron pronunciados gran parte de los dichos y sentencias que posteriormente quedarían agrupados en la colección Apotegmas de los Padres del desierto.

Los restos de edificaciones que se han conservado en la región de Natrún permiten inferir cómo era –y cómo fue evolucionando- la vida de los primeros monjes. Mas también a esos parajes recónditos del desierto ha llegado el despropósito de erradicar cualquier vestigio histórico y arqueológico del cristianismo, pues los Kellia están siendo destruidos con el pretexto de mejorar las condiciones agrarias de la región, lo cual viene sucediendo desde hace años sin que la Unesco haya hecho nada aún para impedirlo.

En el nº 2.743de Vida Nueva.

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