Nico Montero, directo al corazón

(Maite López Martínez) Nico Montero es un artista hecho para cantar en directo. Tuve ocasión de comprobarlo personalmente en el reciente concierto que ofreció en el ilustre Teatro Cervantes de Linares, un edificio del siglo XIX recientemente rehabilitado, y en el que más de 500 personas vibraron con su voz y su vitalidad. Se trataba, como casi siempre en su caso, de una actuación con fines solidarios, dentro de un festival organizado por la familia salesiana, tan fecunda y presente aún en lugares en donde ya no hay una comunidad de religiosos, como en esta ciudad jiennense, conocida por las minas, el ajedrez y los toros.

Parte esencial de su éxito es el grupo de músicos que desde hace tiempo le acompañan y con quienes posee una compenetración absoluta: el joven percusionista Héctor Martín, el virtuoso guitarrista y bajista Teo Martínez y el excelente pianista Paco M. Aranda.

Las composiciones de Nico, así como su interpretación, tienen siempre presente el mundo juvenil, a quien va dirigido el mensaje que anuncia. Hubo espacio para temas clásicos (Un grito de paz), coreados por un público entregado, para los que narran la marginación (el impresionante Niños de la calle), el compromiso solidario (Es tu hora), para los que denuncian la hipocresía (Todo lo que sube, baja) y, como no podía ser de otra manera, canciones para rezar con el corazón (El Señor es mi pastor) y proclamar la fe compartida (Cristo vive).

Nico mantiene una actividad realmente sorprendente, tanto en el campo de la composición y producción discográfica (prepara en este momento el próximo lanzamiento de tres discos), como en cuestión de agenda de conciertos. Esto le ha convertido en uno de los cantautores más populares y significativos de nuestro país. Tanto su discografía como su actividad artística puede seguirse a través de su web www.nicomontero.com

En el nº 2.743 de Vida Nueva

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