Los obispos del Magreb apoyan las reivindicaciones

(M. Gómez) Los obispos del Norte de África consideran que los “serios acontecimientos” que están teniendo lugar en el mundo árabe, en particular en Túnez y Egipto, son “una reivindicación de libertad y de dignidad”, llevada a cabo especialmente por parte de jóvenes pero que “se traduce en la voluntad de que todos sean reconocidos como ciudadanos, y ciudadanos responsables”.

Reunidos en Argel del 29 de enero al 2 de febrero, los miembros de la CERNA (Conferencias Episcopales de la Región del Norte de África) debatieron sobre las revueltas populares, considerando también el factor religioso.

En sintonía con el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de la Paz 2011, los prelados “reconocen que la libertad religiosa es la garantía de un respeto completo y recíproco entre las personas. (…) La libertad de conciencia y la ciudadanía estarán sin duda cada vez más en el corazón del diálogo entre los creyentes musulmanes y cristianos que viven en el Magreb”.

En el comunicado final, los obispos afirman su “voluntad de ser Iglesia al servicio pastoral” tanto de los cristianos como de los “musulmanes, de su desarrollo y de sus aspiraciones a una mayor dignidad”.

El 6 de febrero, Benedicto XVI citó –por vez primera desde que comenzó la “revolución”– a Egipto: “En estos días sigo con atención la delicada situación en la querida nación egipcia. Pido a Dios que esa tierra, bendecida con la presencia de la Sagrada Familia, reencuentre la tranquilidad y la pacífica convivencia con el compromiso compartido a favor del bien común”, informa Antonio Pelayo.

Por su parte, el cardenal Antonios Naguib, patriarca de Alejandría de los Coptos, ha hecho un llamamiento a la paz y al papel de las autoridades y las fuerzas del orden frente a la violencia y los saqueos.

“Lo que está sucediendo en Egipto es fruto de la política equivocada de los líderes mundiales”, ha denunciado el obispo copto-católico de Luxor-Tebe, Youhannes Ezzat Zakaria Badir, sumándose a la explicación de que las manifestaciones son “un acto desesperado” de los jóvenes “para hacer sentir sus voces”, porque “nadie en estos años ha pensado en ellos”. Desde Túnez, también el obispo diocesano, Maroun Lahham, se queda con la “lección” que han dado los jóvenes y recuerda el papel de la Iglesia: “Nosotros amamos este pueblo, respetamos sus decisiones y estamos dispuestos a servirle”.

En el nº 2.741 de Vida Nueva.

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