“Ahora soy ciudadana de primera en mi propio país”

El 98,8% de los votantes apoya la independencia de Sur Sudán

(Alberto Eisman) La frase del titular, formulada por una persona de a pie, se ha convertido en un magnífico ejemplo de cómo se ha acogido en Sur Sudán la esperada noticia del resultado del referéndum que tuvo lugar entre el 9 y el 15 de enero. El día 7 de febrero la Comisión del referéndum proclamaba oficialmente los resultados: un 98,8% de los 3,8 millones de votantes que han ejercido su derecho se ha decantado por la independencia del país.

Por medio de un decreto presidencial, el presidente del país, Omar el-Bashir, ha aceptado pública y oficialmente los resultados, “ya que representan la voluntad del pueblo”.

El contundente resultado no deja lugar a la duda. Es una reacción natural, después de 50 años de discriminación, violencia y opresión contra pueblos que se resistían a las continuadas estrategias de arabización e islamización fomentadas por los diferentes gobiernos centrales desde la independencia, en 1956.

En los últimos días de campaña, el presidente de Sur Sudán, Salva Kiir Mayardit, hizo un encendido discurso pidiendo a sus conciudadanos que perdonaran las atrocidades cometidas por el Norte, para disponerse así a pasar página y comenzar un nuevo futuro.

Comicios en relativa calma

El referéndum ha transcurrido con relativa calma, con la excepción de un ataque armado a un convoy de camiones cerca de la ciudad de Abyei. Observadores internacionales han destacado la limpieza y transparencia del proceso, que ha transcurrido en un ambiente sereno y muy participativo.

Sin embargo, esta armonía general se ha roto antes del anuncio oficial de los resultados en Malakal, una de las principales ciudades del Sur, cuando hubo un enfrentamiento armado de varios días entre diferentes grupos de soldados ha costado la vida de 50 personas, la mayoría civiles.

El futuro próximo de ambos países no está claro todavía. Mientras que el Norte se enfrenta a una radicalización religiosa (el presidente ya ha anunciado su intención de declarar la Shari’a como ley suprema, con lo que eso puede suponer para las Iglesias asentadas allí) y a acuciantes problemas internos, el Sur tiene ante sí la titánica tarea de seguir construyendo unas infraestructuras y un sistema administrativo adecuados para las necesidades del naciente Estado.

Representantes de la diplomacia internacional como Ban Ki-moon, el presidente Obama, el primer ministro británico, representantes de la UE y muchos otros han manifestado su apoyo al naciente país, que será oficialmente proclamado independiente el próximo 9 de julio.

En el nº 2.741 de Vida Nueva.

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