Se acelera la configuración del nuevo mapa episcopal

Nuevos obispos para Ciudad Rodrigo, Sigüenza y Tarazona

De izq. a dcha., Atilano Rodríguez, Raúl Berzosa y Eusebio Hndez. Sola

(Miguel Ángel Malavia) Pese a que no sea una práctica habitual en los últimos años, Nunciatura parece haber acelerado los tiempos a la hora de designar obispos. Y es que, en apenas cinco días, ha habido tres nombramientos. Así, si el sábado 29 de enero era señalado como nuevo prelado de Tarazona el sacerdote y agustino recoleto Eusebio Hernández Sola, el miércoles 2 de febrero se hacía pública la designación de Atilano Rodríguez como nuevo obispo de Sigüenza-Guadalajara. Su hasta entonces prelado, José Sánchez, quien presentara en 2009 la renuncia por edad, pasa a ser emérito de la diócesis alcarreña. Rodríguez será sustituido en la titularidad de Ciudad Rodrigo por Raúl Berzosa, hasta ahora auxiliar en Oviedo.

Berzosa (Aranda de Duero, Burgos, 1957) pertenece a una nueva generación de obispos que destacan, ante todo, por su profunda formación. Es doctor en Teología Dogmática, licenciado en Derecho Canónico, con estudios en Derecho Internacional y Diplomático, en Antropología Teológica y Sociología, y diplomado en Periodismo, ejerciendo, entre otras funciones, como columnista en Vida Nueva. Sacerdote desde 1982, fue consagrado obispo en 2005, siendo su primer destino el de auxiliar de Carlos Osoro en Oviedo. Tras la marcha de éste a Valencia, en 2009, y hasta la llegada al año siguiente del nuevo titular, Jesús Sanz, ejerció de administrador diocesano.

Seis años después de su elevación al episcopado, será titular en Ciudad Rodrigo, diócesis de unos 45.000 habitantes. Tras despedirse de los ovetenses dándoles las gracias por “estos años muy ricos en experiencias eclesiales y pastorales”, Berzosa se dirigió a los miembros de su nueva comunidad diocesana, de la que tomará posesión el 9 de abril, mostrando su deseo de trabajar “desde la libertad religiosa y la laicidad positiva, en favor del bien común y del desarrollo integral de todos”.

Su predecesor en la sede civitatense, Atilano Rodríguez, pertenece a una generación anterior (Trascastro, Asturias, 1946). Licenciado en Teología por la Pontificia de Salamanca, tras su ordenación presbiterial en 1970, sus primeros años de sacerdocio transcurrieron en la pastoral parroquial. Secretario de Elías Yanes en Zaragoza, en 1996 recibió la ordenación episcopal como auxiliar en Oviedo. Cargo que desempeñaría hasta que en 2003 fuera designado como titular de Ciudad Rodrigo –en un mismo esquema que el que ahora sigue Berzosa–.

José Sánchez

En el saludo a sus nuevos fieles, Rodríguez les rogó su apoyo para ser “un buen cristiano” y “el obispo que Dios espera”. También tuvo un recuerdo especial para su predecesor, José Sánchez: “En él he admirado siempre su inquebrantable amor a la Iglesia, el celo pastoral, la búsqueda incansable de nuevos caminos para el anuncio del Evangelio, la libertad de espíritu y la entrega servicial a todos, especialmente los pobres y los marginados por la sociedad”.

Sánchez ya es emérito

Con la retirada de José Sánchez, continúa el progresivo relevo de la primera línea eclesial de la generación que heredó las nuevas líneas del Concilio Vaticano II. Natural de Fuenteguinaldo (Salamanca, 1934), fue ordenado sacerdote en 1958, tras obtener las licenciaturas en Teología y en Derecho Canónico. Durante casi dos décadas, desarrolló su acción pastoral en Alemania, acompañando a los capellanes españoles en su contacto con los emigrados nacionales.

En 1980 sería elevado al obispado como auxiliar de Oviedo –al igual que Rodríguez y Berzosa–, siendo su primer (y único) destino de titular el de Sigüenza-Guadalajara, adonde llegó en 1991. Entre 1993-1998, bajo la presidencia de Elías Yanes, Sánchez fue secretario general de la Conferencia Episcopal. Posteriormente, encabezó las delegaciones de Medios de Comunicación y Migraciones.

En una carta pública, Sánchez presentó a su sucesor como “una persona sencilla y cercana” y alguien “comprometido con el Apostolado Seglar, con la Acción Católica y con la Pastoral Social, experimentado también en el servicio a los sacerdotes, a los seminaristas y a la Vida Consagrada”.

Cuarto obispo religioso en España

Respecto a la designación, el pasado sábado, de Eusebio Hernández Sola como nuevo titular de Tarazona, es de destacar que el agustino recoleto pasa a ser el cuarto obispo religioso de España. Natural de Cárcar (Navarra), a sus 66 años llevaba 15 ejerciendo como jefe de departamento de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.

Será ordenado obispo y tomará posesión de la sede aragonesa el próximo 19 de marzo, festividad de San José. De este modo, se cubrirá la situación de interinidad existente desde que, el 20 de marzo del pasado año, Demetrio Fernández tomara posesión de Córdoba. Hernández Sola, quien profesara como religioso en 1967 y recibiera la ordenación sacerdotal un año después, es doctor en Derecho Eclesiástico y licenciado en Derecho.

Sus primeras palabras, tras conocer su designación, fueron de “sorpresa” y agradecimiento. En su misiva pública, resultó especialmente significativa su alocución a los miembros de la Vida Consagrada: “Religioso, como vosotros, con afecto de hermano, os aliento a seguir a Jesús más de cerca, con alegría, en fidelidad a vuestra identidad religiosa y a vuestra misión específica dentro de la Iglesia. Será para mí una inmensa alegría acoger, favorecer y promover vuestros dones carismáticos al servicio de todo el pueblo”.

En el nº 2.740 de Vida Nueva.

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