Neila María Young: “La educación católica es transformadora de la vida”

La religiosa preside la Federación de Educación Católica de Panamá

(Texto y foto: José Luis Celada) Neila María Young, Esclava del Sagrado Corazón de Jesús, lleva cuatro años al frente de la Federación de Educación Católica de Panamá (FECAP), una institución que agrupa a más de cuarenta colegios católicos de congregaciones religiosas y laicos del país centroamericano. Desde esta plataforma, prestan un servicio a la educación panameña que supone “un gran desafío” para ellos, convencidos como están de que “la educación católica es transformadora de la vida”.

– ¿Qué papel juega la educación católica en la sociedad panameña?

– La educación católica debe tener actualmente una palabra importante para nuestro país, y en eso estamos trabajando. Porque, en este momento, surgen muchos centros educativos, que promueven la línea del conocimiento, de adquirir el progreso en la técnica. Sin embargo, se pierde esa impronta distinta que da la educación católica, esa parte trascendental de la dimensión del hombre, humanística y cristiana, de los valores evangélicos… Y eso es esencial, porque, a pesar de que vivimos en un mundo que a veces parece estar alejado de Dios, sin embargo, ese deseo profundo e inherente que hay en la dimensión humana permanece.

– Desde la FECAP aseguran que la educación católica es sinónimo de calidad y garantía de pluralismo. ¿Lo perciben así sus compatriotas? ¿Y sus políticos?

– Panamá todavía es un país creyente, aunque hay pluralidad en cuestiones religiosas. Además, tenemos una característica muy importante que nace con nosotros: es una ciudad cosmopolita. La educación católica en Panamá es muy valorada. Como país creyente, mantenemos todas nuestras costumbres y las respetamos, acogiendo también todo ese pluralismo religioso, pero siempre manifestando nuestro ser. Como FECAP (y como Iglesia católica) mantenemos una postura abierta de acogida, pero hay que hacerla realidad en los diferentes contextos.

Alumnos en contacto con la realidad

– ¿Por dónde pasa la educación de las nuevas generaciones de panameños, para que sepan y puedan afrontar los desafíos actuales y futuros del país?

– En los centros católicos promovemos que los alumnos, al tiempo que están actualizados, sean conscientes de la realidad de desigualdad que vive nuestra nación. Por eso tenemos proyectos de acción social con ellos, para que estén en constante contacto con esa realidad, sobre todo la del más pobre. Así, aprenden a valorar lo mucho que tienen y lo mucho que pueden ofrecer para que esas personas que menos tienen recobren su dignidad.

– Está previsto que Panamá acoja el próximo congreso de la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC). ¿Qué supone para la FECAP la organización de tal encuentro?

Se celebrará en 2013, aunque todavía no están fijadas la fecha ni la temática. Queremos que vaya en la línea de lo que fue el anterior congreso en Santo Domingo, que trató sobre la calidad de la educación católica. Organizarlo es una responsabilidad muy grande, todo un reto. Pero contamos con el apoyo de las personas e instituciones, como la editorial SM, que tienen experiencia orientando esta clase de eventos. El hecho de que a Panamá, un país de apenas unos tres millones de habitantes, vengan gentes de distintas partes del mundo también va a ser muy significativo, y va a suponer un crecimiento extraordinario como FECAP y como educación católica en general. Implica, además, mucha integración: desde las autoridades del país hasta nuestros propios obispos. Va a ser, pues, un momento coyuntural fuerte, que estamos preparando con mucha ilusión.

Más información, en el nº 2.738 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, puede leer la entrevista íntegra aquí.

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