La mejor inversión, lo solidario

Una iniciativa del ‘Diario Jaén’ logra 30.000 euros para que 100 niños en Kenia continúen sus estudios

(Fran Otero) Lo mejor invertido es lo solidario. En el noreste de Kenia conocen la frase y se alimentan de ella. Con este emblema, el Diario Jaén ha conseguido que 100 adolescentes kenianos puedan disfrutar de educación secundaria y no dejen la escuela. A través de una iniciativa del medio jiennense, enmarcada en su campaña ‘12 meses x 12 retos’ con motivo de su 70º cumpleaños, 30.000 euros recaudados en lotería de Navidad ya están en el país africano.

La idea, repartida en 300 tacos de lotería de 50 participaciones cada uno, se distribuyó a través de los trabajadores del medio, corresponsales, gente cercana a la publicación y amigos… 75.000 euros de recaudación, de los cuales 30.000 iban destinados a un solo premio: el de 100 chavales de Marsabit, tierra de pastores al noreste de Kenia. De los cinco euros de cada papeleta, dos se dedicarían a lo solidario. Los tres restantes tentaban a la suerte de cada comprador. No hubo premio, pero el mensaje con el que comienza este reportaje causó efecto y el diario, que desde mayo de 2010 viene llevando a cabo diferentes campañas, pudo llegar en ésta a un sector de población que, en circunstancias normales, no podría acceder a la enseñanza.

El comboniano Daniel Villaverde

A través de Daniel Villaverde, misionero comboniano con el que el diario se puso en contacto el año pasado, se distribuirán las ayudas según las necesidades de cada muchacho. Él hará el reparto en función de si su escolarización requiere alojamiento, comida, transporte y material, o solamente una de estas y otras cosas.

El sacerdote y procurador comboniano de misiones, Vicente Clemente, fue el encargado de recibir a la delegación del periódico que le entregó el cheque en la sede de los combonianos en la madrileña calle de Arturo Soria. “Enviaremos el dinero a Daniel, él sabrá cómo dar las becas, ya que conoce bien las necesidades. A estos niños sí que les ha tocado la lotería. En nombre del padre Daniel y de todos los niños kenianos que se beneficiarán de este proyecto, muchísimas gracias”.

En el mismo acto de entrega, el director del periódico, Juan Espejo, destacó la ilusión del medio con el proyecto: “Estamos en nuestro 70º aniversario y hemos querido apelar a la solidaridad en el reto de diciembre. Ya hicimos otro en América del Sur, pero queríamos colaborar con África”. Asimismo, explicó la génesis del programa solidario: “Este verano me reuní con Daniel Villaverde y vimos la manera de colaborar. Estudiamos el proyecto y nos ilusionamos”.

Gracias al paso de potencia a acto, el proyecto ‘Daniel Villaverde’ tomó forma y no quedó una participación sin vender. Lo que hace unos meses hubiera sido un sueño para unos niños cuyos padres no tienen recursos para proveerles de una continuación en sus estudios, ahora es una realidad. Empiezan este mismo mes.

Los responsables

Los actores del prodigio son fundamentalmente tres. En primer lugar y como medio conductor, los Misioneros Combonianos a la cabeza. Estos religiosos comprometidos con los más pobres trabajan bajo la premisa de que la educación es el pilar para el desarrollo. Más de un siglo en el continente cuna del ser humano para declarar que África es la única que puede salvar a África. Y, dentro de ellos, el padre Daniel Villaverde, un misionero gallego que lleva años trabajando con las tribus nómadas del norte de Kenia y que, integrándose en su cultura, viene realizando un trabajo excepcional.

En segundo lugar y tras la iniciativa, el Diario Jaén y su campaña ‘12 meses x 12 retos’. Proyectos medioambientales, de hermanamiento, de diversión o solidarios… como reforestar un bosque, hermanarse con Jaén de Bracamoros en Perú o sacar a la calle a bailar a miles de personas, para mostrar lo mejor de la gente. Diciembre llegaba al diario con un proyecto solidario y Kenia en mente. Una iniciativa que cumplió su doble objetivo: llevar a cabo el proyecto y demostrar la valía y el potencial de toda la provincia de Jaén, sobre todo en tiempos de crisis. Faltaba la tercera parte: las personas. Papeletas, periodistas, jiennenses solidarios y 30.000 euros que darán educación a un centenar de niños kenianos.

Los Misioneros Combonianos y el Diario Jaén se lo han propuesto. Los jiennenses lo han conseguido. Las becas que estos niños de las zonas menos favorecidas de Kenia disfrutarán serán destinadas a educación, vivienda y alimentación para los que precisen desplazarse durante la semana para asistir a la escuela y, si es necesario, contratar profesores para su formación. Así, durante tres años, 100 menores continuarán sus estudios en esta zona de parques naturales.

Durante este tiempo, el diario realizará el seguimiento para que sus lectores conozcan de primera mano lo que han conseguido, y, quién sabe, quizá sea una forma de alentar que en un futuro otros centenares de chavales sigan llenando escuelas. Y es que la educación, aunque muy extendida en el ámbito primario en este país del este de África, es en gran medida una ilusión –una de las tareas pendientes– en su continuación secundaria.

Hay muchos más proyectos que llevar a cabo en África, como reitera Vicente Clemente, pero una iniciativa así puede y debe animar a otras. La diosa Fortuna ha llamado esta vez a la puerta de los más necesitados en Kenia, y es que su receta es infalible cuando va acompañada de solidaridad.  Hoy, en Marsabit como en Jaén, a nadie se le olvida que lo mejor invertido es lo solidario.

LA EDUCACIÓN EN KENIA

Kenia no es uno de los países peor situados en materia educativa en África. De hecho, fue uno de los pioneros en ofrecer enseñanza primaria gratuita y obligatoria. Esta medida, que se alcanzó en el año 2003, provocó que muchos niños y jóvenes pudiesen acceder a la educación. Así, los alumnos de la enseñanza primaria pasaron a ser 8,2 millones en 2007 frente a los 5,9 de 2002, según datos de la Unesco. Fue una decisión acertada, a la que siguió años después la de ofrecer enseñanza secundaria gratuita, que también provocó un aumento de alumnos en este ciclo, hasta los 1,2 millones.

A pesar de los avances, siguen existiendo problemas que necesitan una solución urgente y eficaz. La pobreza de la población es una de las más significativas, pues aunque la enseñanza sea gratuita, son las familias las que se tienen que hacer cargo del transporte, el alojamiento, la comida o el material –las ayudas estatales no son suficientes–. También la falta de profesores es un problema, su escasa formación y recursos.

Precisamente, éstas son las causas fundamentales de que en el noreste del país, donde se encuentra Marsabit, el porcentaje de alumnos en la escuela secundaria sea muy bajo. Y es que en ese lugar se concentran solamente 43 escuelas de secundaria, el 1% de todas las que hay en el país. Esto es lo que el proyecto ‘Daniel Villaverde’ quiere ayudar a resolver. Un inicio es que 100 adolescentes puedan seguir una formación que sus recursos no permitirían. Con la educación, construyen su futuro.

En el nº 2.738 de Vida Nueva.

Compartir