La emergencia en Colombia moviliza a la Iglesia en el mundo

Episcopado del país trabaja plan en previsión de la arremetida invernal de este año


Texto : Jimmy Escobar G. Fotos: Gobernación de Antioquia, CEE, VNC

Para el episcopado colombiano, la emergencia generada como consecuencia de la situación climática, vivida desde finales de 2010, se prolongará durante el primer trimestre de 2011, razón por la cual lanzó el llamado a escala internacional, para convocar a las conferencias episcopales de países europeos así como del episcopado estadounidense, y demandar toda la ayuda posible para atender a más de 400.000 familias afectadas aún por las lluvias.

El tamaño de la emergencia a lo largo y ancho del territorio nacional sería superior al huracán Katrina, en Estados Unidos. Esta fue una de las justificaciones para que la Iglesia en Colombia haya decidido movilizar a la Iglesia en todo el mundo y en ello la experiencia del episcopado estadounidense se ha convertido en un referente vital. Los contactos a este nivel se están trabajando intensamente y la solicitud colombiana cuenta con la promesa de una generosa respuesta.

Refiriéndose al escenario colombiano, monseñor Héctor Fabio Henao, representante de Cáritas Colombia, dijo a Vida Nueva –Colombia- que: “una situación invernal que compromete a más de dos millones de personas es sin duda, una emergencia que tenemos que calificar como una emergencia mayor; es uno  de los dramas humanitarios más grandes de comienzos de este siglo, con una afectación muy grande de población y de territorios. Ha sido lenta, ya que no ha sido de un solo momento, sino que fue aumentando en intensidad y en el tiempo. Por esa característica  no ha tenido la suficiente resonancia en el mundo y por eso enviamos esa comunicación, pidiendo ayuda a diferentes organizaciones y conferencias episcopales de diversos países”.

La respuesta ha sido igualmente positiva por parte de la Iglesia desde España, Italia y Alemania. Muestra de ello, según el informe divulgado en donde se reporta que de la cancillería alemana, se habría logrado una ayuda de 500.000 euros; del episcopado alemán 100.000 euros y de Cáritas de Alemania otros 170.000 euros. Parte de este efectivo apoyo ha estado representado en alimentos y medicinas entre otros. En torno a la situación, una evaluación reportada desde las propias diócesis con relación a los efectos que provocó la ola invernal en la costa caribe, los llanos orientales y el suroccidente del territorio nacional, da cuenta que el 60 por ciento de las mismas diócesis tanto en su entorno, como sobre su propia estructura han resultado severamente  afectadas.

Durante el segundo semestre del año que concluyó, Cáritas Colombiana apoyó  22 jurisdicciones eclesiásticas golpeadas por el invierno. En cifras, la ayuda ha superado un poco más de los 300 millones de pesos y directamente ha beneficiado a cerca de 4.000 familias hasta el momento.

La acción de la Iglesia colombiana se suma a la  del Gobierno nacional en coordinación con Acción Social, Cruz Roja y otros organismos tanto locales como foráneos.

A través de las pastorales sociales diocesanas, se activó toda una red de emergencias que está actuando como canal y proveedor de ayudas en las poblaciones más afectadas. De hecho, cada diócesis logró articularse con los comités locales y regionales de emergencia, con campañas desde las propias parroquias y a través de los medios de comunicación disponibles.

Llamado de atención

“Los pobres y los vulnerables son nuevamente los que resultan mayormente afectados”, expresó en su última alocución oficial de 2010 ante los periodistas el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia y arzobispo de Bogotá monseñor Rubén Salazar Gómez; expresión que claramente se entendió como un llamado a la solidaridad entre quienes tienen algo y mucho para ofrecer en estos tiempos.

Por su parte, monseñor Héctor Fabio Henao, también comentó lo que podría ser otro llamado pero a las autoridades responsables de temas, hoy por hoy,  tan sensibles como el del medio ambiente. “Con esta emergencia salieron a flote todas las vulnerabilidades de un sistema de prevención, así como el papel que deben tener las corporaciones autónomas regionales; en general la responsabilidad que todos hemos de tener de cara al medio ambiente y el manejo del ecosistema”.

La percepción de temor persiste, por cuanto el pronóstico que se maneja es que con la probable segunda oleada invernal en este comienzo de año, se uniría el fenómeno de las lluvias estacionarias que suelen empezar en marzo, de tal forma que si esto sucediera, se tendría un fenómeno de lluvias que iría  hasta mitad de año.

“Una vez que las lluvias se detienen, hay que esperar varios meses para que las inundaciones cesen totalmente, se calcula que eso podría tomar hasta cuatro meses, estaríamos hablando de una emergencia prolongada con una cuota humana de sacrificio muy grande durante casi todo 2011”, expresó monseñor Henao.

Por lo anterior, también hay una gran expectativa de la misma Iglesia, por el logro de resultados en materia de compromisos, en el seno de la cumbre medioambiental de este año en Sudáfrica, de la que se espera, se  llegue a una verdadera reducción de emisión de gases; se logre así mismo, un nuevo marco en el manejo del medio ambiente para que cada país del mundo se comprometa en realidad y de una vez por todas. Contando con ese escenario,  se ha preparado y articulado la Iglesia a través de sus canales. Se trabaja también sobre la recolección de nueva información sobre el estado de cada región y las personas afectadas, para consolidarla y hacerla visible ante la opinión y los organismos con capacidad y responsabilidad en el tema.

Las estrategias en marcha y cómo aportar

De momento, y de cara a la emergencia que aún está lejos de ser superada, la Iglesia se ha fijado directrices y metas que están en marcha en todo el país así:

-Responder de manera integral conjuntamente con las jurisdicciones a las comunidades y familias afectadas, con el fin de mitigar su impacto y reducir su grado de vulnerabilidad .

-Articular la atención de la situación acorde a sus características; desde el Servicio Nacional de Emergencias del SNPS/CC conjuntamente con la red de Cáritas Diocesana e Internacional. Igualmente con las entidades gubernamentales y no gubernamentales y, empresas privadas; involucradas en la respuesta local y nacional.

-Vigorizar la capacidad de atención humanitaria a nivel nacional y la red de Cáritas Diocesana, para brindar un apoyo oportuno, diferenciado y eficiente a la emergencia.

-En apoyo a esta red de la Iglesia, distintas agencias internacionales entrarán a fortalecer con su financiación la estrategia de intervención que se tiene preparada.

-Se han habilitado dos cuentas (una nacional y otra internacional), para recibir el apoyo económico.

Cuenta nacional:

Cuenta corriente No. 081.36698-0

Banco de Bogotá

(Se han recibido ya 344.000.000)

Cuenta internacional:

Cuenta No. 57968

en el Banco de Bogotá de Miami

Nombre de la cuenta:

-Secretariado Nacional de Pastoral Social

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