El jesuita reflexiona sobre la tradición de obsequiar en la fiesta de Reyes
(Vida Nueva) “Creo que la capacidad de regalar habla de otra capacidad aún mayor, que es la capacidad de amar (que, llevado a su grado extremo, es adorar, es decir, querer incondicionalmente, radicalmente)”, afirma el jesuita José María Rodríguez Olaizola en la columna que firma esta semana en Vida Nueva y con la que reflexiona sobre la costumbre de obsequiar en la fiesta de los Reyes Magos, una celebración que, en su opinión, “nos enseña, nos recuerda, que lo que nos hace personas es esa capacidad de querer. Con pasión”.
Ante quienes critican “la dimensión consumista que viene asociada a fechas de regalos”, el colaborador de Vida Nueva defiende que “podemos ver más allá, hay algo mucho más hondo, primero, primario y visceral en esa capacidad de dar”.
En este sentido, está convencido de que “cuando de verdad quieres mucho a alguien, esperas que un regalo sea toda una declaración de ese aprecio”.
Rodriguez Olaizola defiende que “detrás de todo esto, lo que hay es cariño, preocupación, un amor que, en un momento determinado, quiere algo bueno para el otro. Un amor que pasa por vaciarse. Regalar es ofrecer un vínculo. Es expresar aprecio”.
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