El año del Papa

(Òscar Bardají – Director de Comunicación de la Abadía de Montserrat) El año 2010 será recordado como el año del Papa. Su visita a Barcelona marcará un antes y un después en las relaciones entre Cataluña y el Vaticano. Este viaje habrá sido muy positivo a diferentes niveles. Por un lado, desde el punto de vista eclesial: la celebración en la Sagrada Familia fue una eucaristía dominical con una liturgia muy viva y participada, y con una dosis importante de belleza, propia del culto cristiano. También fue significativo ver cómo gentes de diferentes sensibilidades y de diversas instituciones de Iglesia, que tienen pocas oportunidades de encontrarse juntas, compartían la misma fe y eran capaces de acoger conjuntamente al Santo Padre, en tanto que obispo de Roma y centro de la unidad de la Iglesia.

Otro aspecto importante fue la proyección de Cataluña a nivel mundial, con una presencia destacada de la lengua catalana, así como de la arquitectura de la Sagrada Familia. Para Barcelona fue una apertura importantísima a la Iglesia universal y también un hito en el mensaje del vial de la cultura y la fe, de la belleza. La Sagrada Familia es un exponente muy destacado de singularidad arquitectónica y de expresión religiosa, y esto se pudo presentar a todo el mundo.

Hay un antes y un después de esta visita. Barcelona ha ofrecido a Roma la imagen de una Iglesia local con más capacidad creativa y organizativa de lo que ciertos sectores piensan, con un mensaje que puede ser muy actual en el momento presente.

No obstante, las relaciones, más que mejorado, se han revitalizado. Llevábamos un tiempo en que habían sido más reducidas, pero este 2010 se han reactivado. Por un lado, en el mes de abril se produjo la visita del cardenal Tarcisio Bertone a Cataluña. El motivo principal de este viaje fue la beatificación del padre Josep Tous en la barcelonesa basílica de Santa María del Mar; pero el secretario de Estado vaticano quiso también pasar por su querido Santuario de Montserrat, presidiendo el concierto inaugural del nuevo órgano de la basílica y, el día 26, celebrando la eucaristía en la vigilia de la solemnidad de santa María de Montserrat –durante la homilía, improvisó el canto del Virolai–. A lo largo de los tres días que Bertone pasó en Cataluña tomó buena nota para la preparación de la inminente visita de Benedicto XVI a Barcelona. Se podría decir que el paso de Bertone por Cataluña fue significativo.

Previamente, en enero, el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo para la Cultura, ya había estado también en Barcelona para cerrar los actos del vigésimo aniversario de la Fundació Joan Maragall –dependiente del Arzobispado de Barcelona–, con una ponencia sobre la Biblia como gran código de la cultura de Occidente. Ravasi, hombre de confianza del Papa, se encuentra cómodo en Cataluña –asegura que la teología catalana es muy original y creativa–, ya que desde aquí se tiene plena conciencia del diálogo entre la cultura y la fe, que él tanto defiende. Enero y abril, pues, dos meses clave en el año eclesial catalán, además del noviembre glorioso.

Como colofón, a principios de este mes de diciembre, el cardenal de Barcelona presentó la exposición sobre Gaudí y la Sagrada Familia que tendrá lugar en abril de 2011 en el Braccio de Carlomagno de la Ciudad del Vaticano. La muestra, encargada por el propio Pontificio Consejo para la Cultura, estará acompañada de unos actos académicos e institucionales paralelos que darán a conocer en Roma la Iglesia y la cultura catalanas, entre los que se encuentran un diálogo que mantendrán el cardenal Ravasi y el arquitecto Santiago Calatrava, o un concierto de la Escolanía de Montserrat.

Más allá de esta triple visita vaticana a Cataluña, este año será recordado también por el del nombramiento del obispo más joven de España, Xavier Novell, de 41 años, quien se hace cargo de la Diócesis de Solsona. El sucesor de Jaume Traserra, el día de su ordenación episcopal el 12 de diciembre, tuvo un recibimiento multitudinario, con más de 3.000 personas que abarrotaban la catedral, muchas de ellas niños y jóvenes. Novell tuvo palabras para invitar a un impulso evangelizador sin precedentes.

Meses antes, la joven diócesis de Terrassa fue provista de un obispo auxiliar en la persona de Salvador Cristau, con lo cual, la llamada Conferencia Episcopal Tarraconense está actualmente integrada por los diez obispos residenciales, más los dos auxiliares respectivamente de Barcelona y Terrassa.

Finalmente, recordar que en este 2010 se han inaugurado los nuevos edificios curiales de las Diócesis de Sant Feliu de Llobregat y Terrassa, un paso más en la normalidad de las estructuras de ambas Iglesias locales.

En el nº 2.735 de Vida Nueva.

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