Navidad en la clausura

Córdoba acoge una muestra de imágenes del Niño Jesús en los carmelos andaluces

‘El Nacimiento’, obra de Luisa Roldán ‘La Roldana’

(Juan Rubio) Una exposición oportuna que pone en valor la fuerza de la iconografía cristiana de la Navidad en unos tiempos en los que el eclecticismo predomina en la simbología navideña. De ahí la importancia de esta muestra que ha abierto sus puertas en Córdoba. Un conjunto de delicatessen navideñas, repartidas  en diversos puntos de la geografía andaluza, la mayoría de ellas al cuidado de las monjas y frailes carmelitas en el interior de sus clausuras y que ahora se muestra en el emblemático “Círculo de  la Amistad” cordobés desde el pasado día 3 hasta el 27 de diciembre. Son 63 las piezas de arte que se dan a conocer bajo el título La Navidad en la clausura. Imágenes del Niño Jesús en el Carmelo. La organización es el misma que prepara la coronación canónica de la Virgen del Carmen del Convento de San José (San Cayetano) en la ciudad califal en la primavera de 2012. Y lo hacen en colaboración con los carmelitas descalzos, propietarios, junto a las monjas, de la mayoría de las piezas. Iniciativa que ha aflorado de una de las apuestas de atención a la infancia.

Tradición carmelitana

Uno de los niños

Como sucede ahora, la imagen del Niño Jesús es frecuente en los claustros carmelitas. La devoción de santa Teresa de Jesús ha quedado plasmada en la rica tradición artística de los “palomarcicos” teresianos, difundida en España y América a lo largo de los siglos. Una tradición que en la Contrarreforma encontró su marco más adecuado, si bien nació en la baja Edad Media en torno a la espiritualidad franciscana. El Barroco sopló esta pequeña llama que destacaba la humanidad de Jesús que en el arte tuvo un exponente destacado. De todos es conocida la anécdota del encuentro de la santa abulense en las escaleras del monasterio de la Encarnación de Ávila, en donde se intercalan en el diálogo las frases: “Yo me llamo Teresa de Jesús. Y yo me llamo Jesús de Teresa”. Sembrados quedaron los claustros teresianos con las imágenes que iba dejando la santa en cada una de sus fundaciones. Y en esta misma línea devocional siguió Juan de la Cruz, quien, como se recuerda en aquella Navidad que pasó en Granada, extasiado ante una hermosa figura del niño Jesús que se guarda en el museo de Úbeda, exclamó: “Mi dulce y tierno Jesús, si amores me han de matar, ahora tengan lugar”. Extraordinaria sensibilidad del místico español, experto en humanidad. El villancico, la poesía, las jornadas, los belenes, incluso la gastronomía, son parte muy destacada en los conventos masculinos o femeninos de la Orden Carmelita.

Es precisamente esa muestra de iconografía del Niño Jesús que albergan los conventos carmelitas de Andalucía la que ahora se muestra en Córdoba. Ha habido precedentes más locales. Tal es el caso de la exposición sobre El Niño Jesús y el arte en Córdoba, realizada en 1987; o la que en el mismo sentido se realizó sobre La Navidad en las clausuras toledanas, en 2002; o La exposición de figuras antiguas del Niño Jesús, en Jaén en el año 2000, o la exposición Sagrado Vecino de Granada, en 2006, sobre el Niño Jesús en los conventos del Realejo. La de ahora es más amplia. El comisario de la misma, el carmelita Juan Dobao, dice que “se trata de una manera de asomarse a un universo oculto a las prisas de nuestros días. Es como si un espacio de la devoción conventual se pusiera delante de los ojos para descubrir la verdad de los valores importantes. La contemplación de estas imágenes de los conventos de frailes y monjas carmelitas de Andalucía nos recuerdan el centro de nuestra fe, el misterio de la Encarnación”.

‘Niño del Sagrado Corazón’

En la muestra se pueden contemplar obras que habitualmente están en las clausuras carmelitas y que tienen dificultad para ser visitadas. Con la exposición se ofrece la posibilidad de verlas en una sola visita. Es el objetivo de la misma. El presidente de la comisión que prepara la coronación canónica de la Virgen del Carmen de San Cayetano, Juan José Cas, indica que “por fin mostramos en Córdoba una exposición de imágenes y cuadros del Niño Jesús, inédita por la calidad, cantidad y procedencia de las obras”. En este sentido, el provincial carmelita de Andalucía, Francisco Javier Jaén, dice que “estas imágenes forman parte de la vida de muchas comunidades y en ellas se ve el nexo de unión con quienes las representan. En ellas se advierten confidencias, sentimientos, desahogos, oraciones, lágrimas y alegrías”.

Riqueza de la muestra

Una gran riqueza de obras entre las que destacan piezas como El Nacimiento de las Ermitas, atribuido a Luisa Roldán ‘La Roldana’. Junto a esta obra, otras dos, atribuidas a Cristóbal Ramos, conservadas en las Teresas de Sevilla y en las Descalzas de Sanlúcar la Mayor. Y otras imágenes más del Niño Jesús como son el Niño de las Nieves, de Ruiz del Peral, el Niño Jesús de la Espina, atribuido a Diego Márquez y Vega, de la escuela antequerana del Setecientos. Dignos de ver son el San Juanito de las Teresas de Sevilla, de Vicenzo Atardia, o los también denominados San Juanitos de  Úbeda y el del convento de San Cayetano, del estilo del taller de Pedro Roldán. Curiosa es la indumentaria de la época que muestra el grupo de Los Magos, procedente también de las Teresas de Sevilla, obra del Setecientos.

También está presente la pintura con obras de Sánchez Cotán y Fray Juan del Santísimo Sacramento. Óleos, marfil, plata, algunas de ellas contemporáneas de Romero Zafra, Cabello o Lourdes Hernández completan la exposición cordobesa.

Son 63 joyas divididas en cuatro apartados: “Y el Verbo se hizo carne”, en el que destaca el Niño Jesús de ‘La Roldana’ en madera tallada y policromada, una de las más bellas piezas. En otra sección, bajo el epígrafe “De la estirpe de José”, destaca en ella una bella urna de ébano y carey con pasta de madera estofada y policromada del convento de Santa Ana de Córdoba. La tercera sección se llama “Si amores me han de matar, ahora tengan lugar”, una sección más carmelitana con muchas imágenes del Niño Jesús, algunas con hábitos de la orden. Cierra la muestra un apartado dedicado a la Virgen, “En brazos de su madre”, en la que destaca la Virgen del Carmen de Cristóbal Ramos.

La exposición la completan algunas obras escritas, como La vida exemplar, virtudes heroicas y singulares recibos de la venerable madre Gregoria Francisca de Santa Theresa, carmelita descalza en el convento de Sevilla, de Diego de Torres Villarroel, publicada en Salamanca en 1738, así como la Exemplar memoria del V.P. Fr. Antonio de la Visitación, religioso carmelita descalzo en el siglo D. Nuño Antonio de Godoy Ponce de León y Chaves, publicado en 1758.

Flota en el ambiente de esta exposición uno de los villancicos más populares de Juan de la Cruz: “Ya que era llegado el tiempo / en que de nacer había, / así como desposado / de su tálamo salía / abrazado con su esposa, / que en sus brazos la traía, / al cual la graciosa Madre / en un pesebre ponía / entre unos animales / que a la sazón allí había”.

En el nº 2.734 de Vida Nueva.

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