La educación en el centro

(José María Arnaiz– Ex Secretario General de la Unión de Superiores Generales)

“Una educación antiautoritaria y donde el esfuerzo no recibe recompensa no es sino una renuncia a la educación. En esta urgente emergencia entran en causa los educadores. El educador, el maestro bien formado, engendra sentido espiritual hecho de verdad, amor y calidad. El actual momento histórico reclama estos maestros”

Urge poner la educación en el centro de la reflexión y acción política de un país. El Papa habló en mayo de “la emergencia educativa”. Urgencia piden también las palabras de una chica de Santiago de Chile que la semana pasada les decía a sus papás: “¿Hasta cuándo tengo que seguir en ese estúpido colegio en el que siempre hay que hacer lo que a uno le dé la gana?”. Está claro que esta frase corresponde a alguien que tiene que ser conducido y exigido, en el buen sentido, y es dejado a la deriva. El Papa, en la misma reflexión, llena de sabiduría y dirigida a los obispos italianos que por años no prestaron mayor atención a la educación, recuerda cosas fundamentales: el “yo” sólo llega a ser él mismo a partir del “tú” y del “vosotros”. Sólo el encuentro con el “tú” y el “nosotros” abre el “yo” a sí mismo.

Yo viví una educación excesivamente autoritaria, como muchos de mi generación, y hemos tenido que soportar sus efectos negativos; pero una educación antiautoritaria y donde el esfuerzo no recibe recompensa no es sino una renuncia a la educación. En esta urgente emergencia entran en causa los educadores. El educador, el maestro bien formado, engendra sentido espiritual hecho de verdad, amor y calidad. El actual momento histórico reclama estos maestros.

Y, por supuesto, no está mal recordar que mucho se decide en la relación maestros-familia. Es urgente repensar las propuestas educativas. En educación nadie tiene la última palabra; es un tema demasiado delicado como para ponerlo en manos de personas irresponsables y dejar que ellas tomen las grandes decisiones. Éstas no deberán estar en manos de los políticos, ya que es un tema-país y de concertación; pide un pacto de Estado. La mala conducción política en un país tiene como principal víctima la educación. Tocaría a grandes educadores, que los hay, maestros y padres, reflexionar, decidir, ejecutar y revolucionar los sistemas educativos.

jmarnaiz@vidanueva.es

En el nº 17 de Vida Nueva Colombia.

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