Iglesia y Gobierno boliviano se unen contra el narcotráfico

El Gobierno de Evo Morales zanja su polémica con el arzobispo de Cochabamba, Tito Solari

Evo Morales

(Ronald Grebe -La Paz) Después de casi tres semanas de amenazas, de procesos y denuncias, los productores de coca y el Gobierno boliviano, representado por el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, se dieron la mano con el arzobispo de Cochabamba, Tito Solari, y acordaron trabajar juntos en la lucha contra el narcotráfico en la zona del Chapare, departamento de Cochabamba, y en todo el país. “Es caso cerrado”, anunció el presidente de la Mancomunidad de Municipios del Trópico cochabambino, Rimer Ágreda, tras una reunión con el propio Solari donde se acordó trabajar en conjunto contra este flagelo.

“Hemos compartido preocupaciones, pero, sobre todo, ha sido un encuentro donde nos hemos comprometido a colaborar para construir juntos el bien de nuestras comunidades y nuestros jóvenes”, manifestó el arzobispo salesiano, aclarando que “quizás alguna persona se ha sentido ofendida o se ha sentido juzgada por mis palabras, lo que me ha causado mucha pena, ya que no era mi intención ofender a nadie”.

El pasado 18 de noviembre, Tito Solari expresó su preocupación por los testimonios que recibió de padres de familia, maestros y religiosos de poblaciones del trópico de Cochabamba, en el sentido de que menores de edad estarían involucrados en actividades de narcotráfico, añadiendo que por las noches, en la zona, se escuchan vuelos de aeronaves.

Estas declaraciones fueron inmediatamente cuestionadas por diversas autoridades del Gobierno de Evo Morales, quienes pidieron pruebas de las mismas y advirtieron que no se puede estigmatizar a los menores de esas localidades con el tráfico de cocaína. Morales defendió, además, que lo que escuchó Solari era “el vuelo de zancudos, y no de aviones”, mientras que los pobladores del Chapare declararon al prelado “persona no grata” (VN, nº 2.732).

El arzobispo de Cochabamba, por su parte, pidió también a los periodistas cambiar de lenguaje. “Ustedes los medios –afirmó– son los que tienen que cambiar quizás el lenguaje. Usar un lenguaje que nos ayude a acercarnos a las partes, ver lo que hay de positivo en ambas partes para poder construir; eso haría un bien enorme”. Respecto a su encuentro con representantes gubernamentales, Solari desveló que fue un “diálogo sincero y franco entre personas que nos conocemos, gracias a la confianza mutua, al respeto mutuo. Hemos compartido preocupaciones, sobre todo, hemos sentido que es posible un encuentro y que nuestro anhelo es el de contribuir y colaborar juntos para construir el bien de nuestras comunidades y de nuestros jóvenes”.

Juntos contra una lacra

Mientras tanto, el viceministro Cáceres insistió en que el Gobierno boliviano recibe “de la Iglesia católica sus sugerencias, sus preocupaciones por la niñez, por la juventud, porque también están convencidos de que el futuro y la esperanza de nuestros pueblos están en manos de nuestros niños y jóvenes”, agregando que entre la Iglesia católica, el Gobierno y la sociedad trabajarán juntos para “extirpar esa lacra que es el narcotráfico, que tanto daño hace a la humanidad”.

En el nº 2.733 de Vida Nueva.

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