Los obispos marean la perdiz en esta ocasión


(Juan Rubio)

Cuando las cosas se llevan “atadas y bien atadas” se corre el riesgo de responder “mareando la perdiz”. La colegialidad no puede ser unívoca. En la última Asamblea Plenaria del Episcopado se ha mareado mucho la perdiz en temas importantes y se ha aprobado lo obvio. En el ambiente flotaban los ecos de la última visita del Papa, las reacciones mediáticas al libro Luz del mundo, que pudieron adquirir los obispos a un precio módico en la sede de Añastro, y el último Consistorio. También tuvieron tiempo para charlas de pasillo, alargadas algunas de ellas en mesa y mantel.

Las elecciones de marzo están a la vuelta de la esquina. Habrá continuismo. Operación de luz larga. Roma no ve bien la confrontación. Atentos a quién sea el vicepresidente. Pese a que ha habido muchos actos paralelos, los obispos españoles han podido trabajar e, incluso, algunos se han marchado antes a sus diócesis para celebrar el Adviento. Es la esperanza lo que nos queda. Preocupación de algunos por el tiempo que pasan fuera de sus diócesis con agenda extra diocesana. “Las habas están en la olla”, me dice un mitrado aludiendo a la necesidad de estar más tiempo en la pastoral diocesana.

Un buen número de prelados acompañaron al arzobispo emérito Fernando Sebastián en la presentación de su nuevo libro, Evangelizar (pese a que la editorial no puso un acalorado acento en el acto). Recibieron la Copa del Mundo de manos de Villar y de Del Bosque; felicitaron al nuevo cardenal José Manuel Estepa en la Eucaristía cerrada erróneamente a los medios de comunicación, y celebrada en un templo cercano (¡ay, el miedo!). Trabajo intenso, pero no agotador. Todo según guión: reelección del laico estrella Giménez Barriocanal, de quien la nota final señala de forma expresa que “es padre de cinco hijos”. Apoyo del grueso episcopal a su gestión económica y en la COPE. Un hombre ya en el futuro. (“Nos han hecho ministros”, dijo Escrivá de Balaguer cuando salían tantos ministros tecnócratas del Opus Dei en los años sesenta. No sabemos qué dirá ahora Kiko Argüello). En las comisiones, todo bien. Sanz Montes mostró una Arcadia feliz en las relaciones con CONFER (¡cuidadín!). El obispo de Almería sacó adelante su declaración ecuménica para acercarse a la Iglesia Española Reformada Episcopal, rama de la Comunión Anglicana en España. Más JMJ-2011. Demasiada JMJ, según otros. Cómo aplicar en España las nuevas normas contra la pederastia en el clero. El documento de la crisis económica no sale. El único país europeo que se despachó sólo con una nota. Aracil le sigue dando vueltas al documento. Saldrá un Directorio para las distintas crisis. Un morlaco devuelto a los corrales: la modificación de estatutos de Manos Unidas. Molestias con las Cáritas catalanas. Centralismo y periferia.

Y un documento que habrá que seguir estudiando: Coordinación de la Parroquia, la Familia y la Escuela en la transmisión de la fe. En la trastienda, el intento de crear una fundación canónica, no civil, para que los colegios que los religiosos van dejando por falta de vocaciones sean controlados por los prelados. No coló el deseo del núcleo duro. Hay que “marear la perdiz”. Ni blanco ni negro. Resistencia activa. La Secretaría de Estado debe dar su punto de vista. Otra manera de trabajar.

director.vidanueva@ppc-editorial.com

En el nº 2.732 de Vida Nueva.

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