Fortunato di Noto: “La lucha contra los abusos sexuales es un mandato de la Iglesia”

Cura ‘cazapederastas’

(Darío Menor) Los sacerdotes y religiosos pederastas, y aquéllos de sus superiores que intentaron sepultar los abusos, han hecho un daño irreparable a la Iglesia. Eclipsados en los medios de comunicación por los escándalos, hay, sin embargo, eclesiásticos que luchan contra la pederastia, denunciando a los culpables y auxiliando a sus víctimas. Uno de ellos es Fortunato di Noto, un cura italiano que, desde su parroquia en un pueblo de Sicilia, lleva años denunciando a las autoridades páginas web pedo-pornográficas. La asociación que dirige, Meter (una voz griega que significa regazo), ha indicado a la Policía más de 200.000 de estos sitios en Internet.

– ¿Cómo nació la idea de la asociación?

Hace 21 años me enamoré de las nuevas tecnologías. Fui entonces uno de los primeros sacerdotes que navegaba por Internet. Me topé por primera vez con las imágenes que mostraban violencia con los niños y tuve que elegir: o denunciaba lo que me había encontrado o me hacía el indiferente. Elegí la primera, por lo que comencé a señalar a la Policía de distintos países las páginas web en que se mostraba pornografía infantil. Hemos llegado al punto de recibir amenazas, por lo que debo ir siempre con escolta.

– ¿Desde cuándo vive escoltado?

Desde hace diez años. No es una cosa banal, condiciona bastante mi vida. Me pregunto si una persona que defiende a los niños debe tener miedo de alguien. Es paradójico. Las amenazas me las hacen los pedófilos continuamente. Por otro lado, escuchar la situación por la que han pasado estos niños ha hecho que me hiciera una pregunta: yo, como sacerdote, ¿qué puedo hacer por estas criaturas de Dios? Así decidí constituir la asociación Meter para que, desde nuestra humildad, pudiésemos servir a la protección de la infancia.

Curas pedófilos, una vergüenza

– ¿Cómo ha vivido los últimos meses, en los que continuamente aparecían noticias sobre casos de abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes y religiosos?

Han sido meses difíciles. Hay que decir primero que algunos sacerdotes y obispos han hecho un mal a la Iglesia y han provocado que ésta se tenga que avergonzar. Quien ha cometido estos crímenes o los ha encubierto debe asumir su responsabilidad. La Iglesia anuncia siempre la misericordia, pero con actos de justicia. Hemos intentado que se vea la acción de sacerdotes que se esfuerzan contra la pedofilia, pero se trata de algo complicado. Los medios de comunicación hablan más de los curas pedófilos. A mí, estos crímenes me duelen. No se trata de un pecadillo, es una responsabilidad enorme. Que un cura abuse de un niño y su obispo lo oculte es terrible. Por fortuna, el Papa ha dado indicaciones concretas con las que ya nadie puede volver atrás. Se ha echado sobre sus propias espaldas lo que era responsabilidad de otros.

– ¿Por qué cree que antes existía una ley del silencio para enterrar estos delitos?

Pienso que es un problema no sólo de la Iglesia, sino una cuestión cultural generalizada: cuando hay un abuso en una familia, muchas veces la madre no habla, aunque lo sepa. Los que nos ocupamos de abusos a niños sabemos que la conciencia colectiva de los derechos infantiles es reciente, sólo tiene veinte años. Hasta hace poco, al niño no se le veía como un objeto de tutela. Esta situación también afectaba a la Iglesia.

Más información en el nº 2.731 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, lea la entrevista íntegra aquí.

INFORMACIÓN RELACIONADA

Compartir