Alfonso Díez Prieto: “La sociedad ha perdido el respeto a la escuela”

Presidente del Movimiento de Educadores Milanianos

(Texto y foto: Roberto Ruano Estévez) Carta a una Maestra (1967) es mucho más que un libro. Escrito por algunos de los alumnos del cura-maestro Lorenzo Milani (1923-1967), es uno de los alegatos más contundentes que se hayan escrito jamás contra el fracaso escolar. Alfonso Díez Prieto es, desde hace un año, el presidente del MEM (Movimiento de Educadores Milanianos), que pretende tanto la difusión como la implantación de las prácticas de la Escuela de Barbiana, esa “otra escuela” de la que fue maestro y pionero Don Milani.

Carta a una Maestra es el libro de cabecera de toda una generación de jóvenes de los años 70. Milani, como nadie, logró profundizar y radiografiar todo el sistema educativo vigente, denunciando la selectividad y el gran fracaso que generaba ese tipo de escuela, explica el profesor Díez. Y de la pasión por un libro y de los nuevos horizontes que éste abrió, a la creación de todo un grupo, corriente y legión de seguidores.

El gran fracaso escolar sigue siendo, a día de hoy, un caballo de batalla para todos los que, como Alfonso, se dedican a la educación; y esa llaga no deja de supurar, yendo incluso a más. “Lorenzo Milani entendía al maestro como una figura excesivamente paternalista, hoy diríamos que autoritario, pero con una autoridad que manaba de su propia persona. Hoy la presencia del maestro exige una revalorización social. La sociedad ha perdido el respeto no sólo a los profesores, sino a toda la institución escolar. La escuela no puede convertirse nunca en una carrera o una competición de expedientes: tiene que servir al más necesitado, siendo solidaria y nunca competitiva”.

Cura incómodo

Si en vida Don Milani se ganó el calificativo de cura incómodo, molesto para la jerarquía católica, este grupo de educadores sigue de cerca sus huellas. “Sí, somos un grupo muy incómodo. No tanto para la Iglesia como para el sistema educativo. La escuela abierta es muy difícil de poner en práctica, las estructuras te limitan muchísimo y los propios compañeros te hacen, a veces, el vacío. Preferirían que no existiéramos”.

Pero hoy, 40 años después, Lorenzo Milani no sería menos crítico y seguiría metiendo el dedo en la llaga y lanzando dardos afilados. “Además de la educación, Internet sería hoy su campo”, pronostica Alfonso Díez con rotundidad y gran claridad de visión.

Más información en el nº 2.731 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, lea la entrevista completa aquí.

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