Julia García: “En España, la Vida Religiosa camina buscando lo esencial”

Entrevista a la secretaria general de CONFER, organismo que acaba de celebrar su XVII Asamblea General

(Luis Alberto Gonzalo-Díez, cmf- Foto: Luis Medina) Julia García Monge es una mujer madura y esperanzada. Aprendió, desde hace años, a mirar a las dificultades de frente; por eso es capaz de celebrar la esperanza. Antes de estar en CONFER, dedicó muchos años al servicio del gobierno y la educación en su congregación, las Calasancias. Lleva un año largo de secretaria general y tiene esa sabiduría que ayuda para salir de la prisa y la indecisión.

– ¿Qué sensación tiene de esta XVII Asamblea General que acaban de celebrar en Madrid?

La Asamblea ha supuesto un momento fuerte para vivir y expresar la comunión, para orar juntos, para buscar cómo ser hombres y mujeres de esperanza y dar razón de esa esperanza a nuestros hermanos, para celebrar la vida que nos habita. Creo que salimos con el corazón más lleno de gozo, más fraterno. En realidad, la Asamblea quiso ser una fuente de esperanza que contagie y pueda irradiar a toda la Vida Religiosa. Creo que en la Asamblea se respiró el aire fresco del Evangelio.

– ¿En qué consiste su tarea?

No puede ser otra que trabajar cada día para que los objetivos que tiene la CONFER se vayan haciendo realidad: la promoción y animación de la Vida Religiosa dentro de la misión eclesial, la coordinación y cooperación con la Conferencia Episcopal y con cada uno de los obispos, fomentar la relación con los laicos, apoyar iniciativas conjuntas. A la secretaria general le corresponde “estar al servicio de la CONFER para la adecuada coordinación y ejecución de las decisiones y actividades de la misma y de todos sus organismos”.

– ¿Cómo ve la Vida Religiosa de España?

Desde esta atalaya, que es en cierta forma la sede de CONFER, se percibe una Vida Religiosa plural. El camino recorrido en el proceso de renovación al que nos invitaba el Concilio Vaticano II ha tenido distintos ritmos, y también distintos acentos, pero creo que puede hablarse de una Vida Religiosa que camina en búsqueda de lo esencial, que ha aprendido a estar cercana a los pobres y les pone rostro y nombre, que tiene los ojos abiertos para descubrir la sed de Dios en los hombres y mujeres de nuestro tiempo, que mira con esperanza el futuro, porque se sabe en manos de Dios.

Más información en el nº 2.730 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, vea la entrevista completa aquí.

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