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Caminar sobre las aguas


Este libro de Benjamín González Buelta (Mensajero-Sal Terrae, 2010) es recensionado por Dolores Aleixandre.

Caminar sobre las aguas. Nueva cultura, mística y ascética

Autor: Benjamín González Buelta, SJ

Editorial: Mensajero-Sal Terrae

Ciudad: Bilbao-Santander

Páginas: 208

(Dolores Aleixandre, RSCJ) Que vivimos en una “cultura líquida” ya lo habían dicho otros. Que es posible “caminar sobre las aguas” de la misma, es una propuesta del Evangelio que hace suya González Buelta en un libro que quizá sea, entre toda su obra, en el que con más profundidad y amplitud reflexiona sobre cómo vivir “espiritualmente” en medio de esta cultura. No es frecuente que un libro de este tipo preste tanta atención al análisis cultural y utilice su lenguaje y categorías para describir el tiempo actual: identidades inciertas, caída de las utopías, desencanto, culto al cuerpo, yo desintegrado… Pero, sin negar nada de esta visión, lúcida y pesimista, el autor se atreve a presentar caminos de salida, aunque sean “sobre las aguas”. A este desafío del “mundo líquido” hay que responder con la integración personal y la integración en la realidad, porque ambas están regidas por un solo dinamismo inseparable: el Dios de nuestra intimidad es también el Dios de toda la realidad, y podemos buscar el mundo en el corazón de Dios y a Dios en el corazón del mundo.

A lo largo de estas páginas, tal convicción aparece de mil maneras: la verdadera experiencia de Dios es integradora de la persona y nos integra en la realidad, donde Dios trabaja construyendo el reino que nos anunció Jesús. A Dios hay que encontrarle en la realidad, como Jesús se encontró con el Padre en la suya, y un excelente instrumento de ayuda puede ser la propuesta mistagógica de Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales. La experiencia del autor, muy cercana al mundo de los pobres (antes vivió en un barrio marginal de Santo Domingo, ahora en Cuba), es otro hilo que recorre el tejido de la obra como un elemento de vitalidad evangélica.

En contraste con el discurso tantas veces plano y repetitivo de los libros de espiritualidad, G. Buelta posee el don de decir cosas muy densas con frescura, hondura y poesía, y sus metáforas resultan siempre sorprendentes y originales: la mística es “la locura que nos ilumina”, hay que “despegar la razón de un saber de andamios”, hay días “tullidos en la esquina del miedo”, en la cotidianidad “se teje con cada puntada menuda el reino de Dios”, hay que saber “llevar el centro a lo germinal”…

Bienvenido sea este nuevo libro, que nos anima a “caminar sobre las aguas” al encuentro del Señor y que, como dice en uno de los poemas finales, “nos adentra unidos en el misterio irreversible de su abrazo”.

En el nº 2.730 de Vida Nueva.

Actualizado
19/11/2010 | 08:32
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