Acusan a los colegios católicos de haber perdido “carácter confesional”

Malestar en la Vida Religiosa por un borrador episcopal sobre la iniciación cristiana

(Fran Otero– Fotos: Luis Medina) Mientras obispos y Vida Religiosa trabajan en los últimos tiempos en la construcción de la comunión eclesial, tal y como se ha puesto de manifiesto en la última Asamblea Nacional de CONFER, los religiosos viven con cierto malestar las manifestaciones que sobre ellos han realizado algunos responsables eclesiales en los últimos tiempos.

Es el caso del prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Angelo Amato, quien en su homilía durante la beatificación en Sevilla de la Madre María Purísima de la Cruz destacó que la nueva beata, “en el difícil período posconciliar, perseveró en la sana tradición, indicando a sus hermanas aquel camino de santidad y de servicio querido por la fundadora, rechazando la moda efímera de cambios externos, exentos de eficacia apostólica”.

También causó sorpresa un reciente artículo del secretario de la Congregación para la Educación Católica, Jean-Louis Bruguès, en L’Osservatore Romano, en el que afirma que la casi totalidad de congregaciones activas, nacidas al final del siglo XIX o al comienzo del XX, “se encuentran heridas de muerte, y su desaparición es cuestión de tiempo”.

Y ahora, en España, la polémica ha surgido a raíz del borrador La Iniciación Cristiana en la Catequesis e Instrucción Cristiana con particular atención a la Escuela Católica, realizado por el obispo de Almería, Adolfo González Montes, a petición de los Obispos de Andalucía. Ha sorprendido tanto por las afirmaciones que contiene como por la difusión que se le ha dado.

La identidad, en peligro

El documento de trabajo, que fue debatido en las dos últimas reuniones de mayo y octubre, constituiría un paso previo a la elaboración de un Directorio de la iniciación cristiana de los Obispos del Sur de España. Pese a ser un texto para la reflexión y el análisis, en el último encuentro se planteó la publicación y difusión del mismo y se acordó que cada obispo tomase su decisión. Tres días después, fue publicado en la página web de la Oficina de Información de los Obispos del Sur (www.odisur.es) y, posteriormente, en la del Obispado de Almería.

En el documento, el obispo almeriense cree que los colegios católicos han perdido “en gran medida su carácter confesional” por no haber soportado la presión que ejercen “las condiciones impuestas para ser económicamente sostenidos dentro del sistema de financiación concertada”.

Además, cree que la crisis de vocaciones también tiene algo que ver en esta pérdida de identidad, ya que estos colegios, para prolongar su presencia y acción, pasan a ser gestionados por nuevas fundaciones. Instituciones que, según advierte, al carecer de carácter canónico y estar erigidas al amparo de la legislación civil, “pueden arriesgar tanto el carácter eclesiástico de su patrimonio y gestión como el ideario”.

Para González Montes, que los centros católicos sean atrayentes se lo deben sobre todo a que se han convertido en centros de calidad para la comunicación de saberes. En este contexto, sin embargo, la identidad católica ha quedado “debilitada y obligada a convivir, para seguir siendo subvencionada, con la ideología laicista que inspira la escuela en general”.

Aunque cree que la grave crisis de identidad que padecieron los colegios católicos en los últimos años del pasado siglo se ha atemperado, apunta que no es menos verdad que “se ha difuminado su identidad católica”. Así, explica que este déficit se materializa en “haber perdido la tarea explícita de transmisión de la fe, sólo mantenida para los sacramentos de la Eucaristía y la Confirmación”. “Hoy se prima la calidad de la enseñanza y los colegios católicos se acreditan socialmente sobre todo por esa calidad, acompañada de múltiples ofertas complementarias: aprendizaje de destreza en instrumentos musicales, bailes y danza, kárate, lucha, acrobacias gimnásticas…”, señala.

Además, lamenta que la significación de la clase de Religión como fundamento del sistema de valores “haya sido rebajada por la presión de la ideología al uso sobre valores y actitudes de una sociedad pluralista, cuya finalidad es lograr un ciudadano enteramente sumiso a la cosmovisión propuesta e impuesta desde el poder político y cultural mediante la legislación”. Así, González Montes apunta que no puede “supeditar su existencia y misión a la ideología del pluralismo social”, aún cuando reciba ayudas del Estado y acoja en sus aulas a quienes no comparten su ideario. “El pluralismo de la sociedad no puede eclipsar la identidad del proyecto educativo de la escuela católica”, sentencia.

Finalmente, el documento reflexiona sobre la necesidad de que parroquia y escuela trabajen en coordinación, aunque recuerda que es la primera el lugar propio de la iniciación cristiana. Esta cooperación, que lideraría el párroco, debe asentarse en una programación conjunta que se atenga a los mismos criterios.

Este modus operandi pretende evitar que educadores religiosos afectados, según sostiene el prelado, por “la ideología cultural ambiente”, y que es “alimentada” en ocasiones por religiosos sacerdotes, afecten negativamente a la transmisión de la fe a los alumnos, “que no reciben la verdad de la fe”. “Esto sucede por silenciamiento de importantes contenidos de la fe (…), una de las causas más graves por las cuales los jóvenes tienen muy pocas ideas claras”, señala.

ESCUELAS CATÓLICAS APUESTA POR EL DIÁLOGO


Ante la publicación de este documento de trabajo, los religiosos y responsables de centros católicos han mostrado su extrañeza y sorpresa. Primero, ante la publicación de un borrador, al que se otorga de este modo casi  un estatus de documento oficial; y, en segundo lugar, por algunas de las afirmaciones que se hacen en él.

Así, Escuelas Católicas de Andalucía, según ha confirmado a Vida Nueva su presidente, el salesiano Francisco Ruiz, ha enviado al presidente de los Obispos del Sur, Juan José Asenjo, una carta en la que se pedía la retirada del documento de la página web de Odisur y una reunión para “aclarar el contenido”. En su respuesta, el también arzobispo de Sevilla ha declinado retirarlo, porque lo habían acordado en asamblea los obispos, aunque sí ha accedido a concertar un encuentro en el que se aborde este asunto.

En este sentido, Ruiz ha lamentado que se haya dado publicidad a un documento destinado al trabajo y la reflexión, y con el que, además, “no están de acuerdo”. “Ni en los contenidos, que creemos que no son ponderados, ni en cómo se dice”, añade el religioso.

Así, ha anunciado que están preparando una declaración que será “respuesta y aportación”. “No es un documento solamente para protestar, sino para proponer. Vamos a decir cosas contrarias a ese documento y también propondremos líneas de trabajo”.

A nivel nacional, fuentes de Escuelas Católicas reiteran la posición de la organización territorial y apuestan en estos momentos por “no entorpecer el diálogo”. Su principal prioridad es la de aclarar la situación. Buscarán a través del diálogo obtener una explicación del por qué de la difusión del documento y, si es necesario, rebatir alguna de las afirmaciones que se vierten en él.

En el nº 2.730 de Vida Nueva.

INFORMACIÓN RELACIONADA

Compartir