Lleida renuncia a litigar por los Bienes de la Franja

Ya en 2009 pidió la devolución a sus “legítimos propietarios” de Barbastro-Monzón

Arriba, Alfonso Milián, y sobre estas líneas, Joan Piris

(Miguel Ángel Malavia) Definitivamente, la Diócesis de Lleida renunció, el pasado 27 de octubre, a cualquier reivindicación de las 112 obras que conforman los llamados Bienes de la Franja, dándose así un paso más en la resolución del conflicto mantenido desde 1995 con la Diócesis de Barbastro-Monzón. Ese mismo día, tras una reunión en Madrid (presidida por el nuncio, Renzo Fratini) entre el prelado leridano, Joan Piris, y el obispo aragonés, Alfonso Milián, el primero se apartó del proceso judicial civil emprendido por la Asociación de Amigos del Museo de Lleida, una vez que, desde el 6 de septiembre, ya hay una sentencia en contra de un juzgado ilerdense (VN, nº 2.720).

Desestimada la petición de la asociación de que se reconociera que la propiedad residía en la diócesis catalana, ésta, que había acudido al juicio, junto a Barbastro-Monzón, como parte demandada, ha decidido no recurrir la decisión judicial, que se suma a anteriores resoluciones que estamentos eclesiásticos habían dictado a favor de la titularidad aragonesa.

En un comunicado hecho público el mismo día, tras insistir en el acatamiento de la sentencia y “no hallándose ya en situación de parte demandada” (que la obligaba a personarse en el juicio, para no ser declarada “en rebeldía procesal”), la diócesis ilerdense reiteró su “voluntad” de devolver las obras a “sus legítimos propietarios”, que no son otros que “la Diócesis de Barbastro-Monzón”. La nota recordaba que esta misma petición ya fue remitida por Piris, el 27 de enero de 2009, a Joan Manuel Tresserras, consejero de Cultura del Ejecutivo catalán, en su condición de presidente del Consorcio del Museo Diocesano de Lleida, que reúne en una colección 85 de las obras y del que forman parte la Diócesis de Lleida y la Generalitat de Cataluña, entre otras administraciones públicas. El rechazo de éste fue el que impidió ejecutar una renuncia que ya era efectiva desde 2008, cuando Javier Salinas (entonces administrador apostólico de Lleida) y Milián acordaron que las obras serían entregadas “en un plazo de 30 días”.

El conflicto permanece instalado en la esfera política, más que en la eclesial, siendo las administraciones catalanas las que se oponen a la ruptura de la colección, apelando a la Ley de Patrimonio Cultural de la Generalitat. Para tratar de forzar su salida, el Obispado de Lleida, a la vez que hacía público su comunicado, efectuaba una petición de “auxilio” al Juzgado nº 4 de Lleida (el mismo que desechó la demanda civil de la Asociación de Amigos del Museo) para que éste le autorice, aunque sea de “forma preventiva”, a entregar inmediatamente las obras a Barbastro-Monzón.

Satisfacción en Aragón

Al día siguiente, en rueda de prensa, Alfonso Milián se congratuló de que desde Lleida se reconozca “claramente” la titularidad aragonesa, a la vez que desveló que ambas diócesis se han comprometido a “trabajar seriamente” en una estrategia común. La principal dificultad no es otra que la oposición “rotunda” –en expresión de Milián– de la Consejería de Cultura de la Generalitat. Aun así, dejó abierta la puerta a la búsqueda de una solución dialogada, no descartando acuerdos que “faciliten exposiciones en Lleida, Barcelona, Madrid o Sevilla, porque el arte es algo que todos tienen derecho a disfrutar”.

Pero el contexto sigue siendo de tensión, sobre todo en Lleida, donde Piris ha recibido las críticas de políticos locales que le acusan de “someterse a Roma”, días antes de la llegada del Papa a Barcelona, este fin de semana. Así lo expresó el propio prelado en una entrevista en la COPE, donde reconoció que “antes recibía [ataques] de fuera y ahora recibiré de dentro”. El 2 de noviembre, el informativo digital del Obispado de Lleida reproducía un editorial, firmado por su delegado de Medios, en el que se criticaba el “centralismo vaticano” y la injerencia de una “autoridad extranjera” a la hora de “resolver a distancia las cuestiones y problemas de nuestra vida local leridana”. Horas después, el Obispado publicaba una nota desmarcándose de esa opinión y remarcando su “comunión” con el Papa.

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XAVIER NOVELL GOMÁ, OBISPO DE SOLSONA


Coincidiendo con el cierre de esta edición, desde el 3 de noviembre Solsona cuenta ya con un nuevo obispo, el sacerdote de 41 años Xavier Novell Gomá. Éste sustituye a Jaume Traserra, quien ya había presentado su renuncia por edad, y del que Novell era vicario episcopal y secretario personal. Natural de Ossó de Sió (Lleida), a su gran formación académica –es ingeniero agrícola y habla varios idiomas– se une su amplio bagaje teológico: doctorado en Teología por la Gregoriana de Roma, de 1998 a 2002 fue profesor de Antropología Teológica en el Instituto de Ciencias Religiosas de Lleida, ejerciendo actualmente la docencia en esa materia en la Facultad de Teología de Cataluña.

En el nº 2.728 de Vida Nueva.

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