Sobre la ambigüedad del progreso

(+Ciriaco Benavente Mateos– Obispo de Albacete)

“Como enseña la Doctrina Social de la Iglesia, cuando se oscurece en la conciencia de la humanidad la verdad de la centralidad del hombre, el trabajo por lograr un desarrollo digno de tal nombre se convierte en un proyecto sin alma”

Hay quienes defienden que el desarrollo técnico, superado lo que llaman el umbral crítico, se vuelve necesariamente contra el hombre. Es posible que así sea si la conciencia personal y colectiva no está suficientemente vigilante. Hace años leí un texto impactante que, ahora, al cabo de los años, he vuelto a releer, motivado por la sensibilidad creciente en nuestra sociedad ante los problemas de la ecología. El texto traía a colación ejemplos elocuentes. Les cuento alguno, basado en una investigación que tenía todos los visos de un estudio fiable.

El americano tipo dedicaba 1.500 horas al año a su automóvil. Se contabilizaba el tiempo de trabajo empleado para pagar el vehículo, el combustible, los neumáticos, los peajes, los seguros, los impuestos, el garaje, las multas y los aparcamientos. Según eso, el tal americano necesitaría 1.500 horas para recorrer 10.000 kilómetros. Tirando de calculadora, resulta que 6 kilómetros le costarían una hora de su tiempo: Lo mismo que tarda la gente de los países no desarrollados en hacer esa misma distancia. Lo que diferenciaría la circulación entre los países ricos y los países pobres no sería la eficacia, sino el consumo de energía a altas dosis, la contaminación y el error de pensar que el automóvil nos hace más libres y nos permite ahorrar tiempo.

Como enseña la Doctrina Social de la Iglesia, cuando se oscurece en la conciencia de la humanidad la verdad de la centralidad del hombre, el trabajo por lograr un desarrollo digno de tal nombre se convierte en un proyecto sin alma, dentro del cual el propio hombre corre el peligro de quedar subordinado al progreso, en vez de ser en todo momento la razón por la cual se persigue un “estado mejor de cosas”.

En el nº 2.727 de Vida Nueva.

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