Las religiosas, en su IV Congreso, abordan el centenario de la asamblea de Edimburgo
(Fran Otero. Foto: Gary Doak/WCC) No corren buenos tiempos para el ecumenismo en España. Se advierte una cierta indiferencia ante una cuestión que debería ser trascendental para todos los cristianos, y de la que la que no escapa la Iglesia católica. Esta es, al menos, la impresión de María José Delgado, religiosa de las Misioneras de la Unidad, que organizan del 12 al 14 de noviembre el IV Congreso de Ecumenismo sobre el centenario de la reunión de Edimburgo, considerada cuna del ecumenismo contemporáneo.
Precisamente, este congreso –Ecumenismo y Misión. Centenario de Edimburgo 1910-2010– será el único que se realice en España sobre este aniversario, que tuvo una réplica a nivel internacional el pasado mes de junio en la capital escocesa. “El ecumenismo en España no interesa”, apunta a Vida Nueva María José Delgado, señalando a las “altas instancias” como responsables de esta situación. Aunque se cursan invitaciones para todos, ningún obispo suele asistir.
En su opinión, se necesita una “mayor implicación” de la jerarquía eclesial, así como más formación en los seminarios y facultades de Teología. “Estamos hartos de la palabra. Hoy somos creíbles a través del testimonio, que se hace misión”, reitera, al tiempo que apuesta por esta cuestión en el congreso, al que augura un gran nivel y participación.
Oportunidades para trabajar
La misma opinión que María José Delgado la sostiene el coordinador del encuentro y profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca, Juan Pablo García Maestro, que se muestra muy pesimista sobre el futuro del ecumenismo. Para el teólogo, la apuesta por la unidad de los cristianos desaparecerá en España si las Misioneras de la Unidad dejan de trabajarlo, pues en estos momentos son las “únicas” que lo hacen.
García Maestro advierte “poca sensibilidad, indiferencia y falta de coraje”, situación de la que hace responsables a obispos, sacerdotes y laicos. “La responsabilidad está en las bases, pero también en los pastores”, añade, y se pregunta cómo va a hablar el pueblo si los que les guían no lo hacen. Asimismo, apunta que existen oportunidades para realizar una gran labor en España, sobre todo, por el gran número de inmigrantes de otras confesiones que llegan a nuestro país.
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