Julián Barrio: “Necesitamos reavivar nuestra fe y alentar la esperanza”

El arzobispo de Santiago de Compostela habla con ‘Vida Nueva’ días antes de la visita del Papa

(Texto: José Ramón Amor Pan / Fotos: Silvia Rozas) Será el 6 de noviembre cuando repiquen alegres las campanas de la Casa del Señor Santiago, porque llegue hasta ella, como un peregrino más, Benedicto XVI. Más de 500 sacerdotes y 100 obispos le acompañarán en esa jornada: “Lo importante es el calor que seamos capaces de imprimir a nuestra acogida al Santo Padre”, explica el arzobispo compostelano Julián Barrio.

– ¿Qué espera la Iglesia en Santiago de la visita de Benedicto XVI?

De la presencia del sucesor de Pedro en una comunidad cristiana siempre podemos esperar, sobre todo, la confirmación en la fe. Necesitamos reavivar nuestra fe y alentar nuestra esperanza cristiana. Podría decirse que si queremos que “el hoy de los cristianos españoles” se acerque o se ajuste mejor “al hoy de Dios”, precisamos el ardor de una nueva evangelización, superando nuestro sopor, escuchando al Papa y ofreciéndole generosamente nuestra acogida.

En medio de la indiferencia religiosa, de la incertidumbre moral y de la pérdida del sentido trascendente de la vida, la presencia del Papa nos ayudará a recuperar la confianza en el valor histórico y humanizador del cristianismo.

– ¿Qué cree que significa Santiago, su catedral y la Tumba del Apóstol que cobija, para la Iglesia universal?

La afluencia de personas que están viniendo a participar en la gracias jubilares, aparte de ser impresionante, es universal. Compostela ha ido abriendo su radio de influencia por encima y más allá de la geografía española o europea. Algo que ha quedado patente en el II Congreso Mundial de Pastoral de Peregrinaciones y Santuarios que se acaba de celebrar aquí.

En el Camino de Santiago muchas personas encuentran la posibilidad de preguntarse quién es Dios para ellas y quiénes son ellas para Dios. Y de experimentar, a veces por primera vez en su vida, el valor de la fraternidad, de la comunión y de la solidaridad.


Raíces cristianas

– Desde aquí, Juan Pablo II ya apeló a las raíces cristianas de Europa en su trascendental discurso del año 1982. ¿Cree que su sucesor incidirá también en este tema?

El Papa conoce muy bien la situación histórica y actual de Europa y sabe lo que ha significado el Camino de Santiago, la Peregrinación Jacobea y la Tumba del Apóstol Santiago en la construcción de la civilización europea. La historia y el carisma jacobeo son una singular y acreditada plataforma para afianzarnos en esa nueva evangelización que espera y reclama la fe cristiana. Sin duda, serán cuestiones que Benedicto XVI no obviará en su homilía durante la misa en la Plaza del Obradoiro.


– ¿Está nuestra Iglesia necesitada también de palabras de aliento e ilusión ante el reto creciente de esta descristianización de nuestra sociedad?

Necesitamos reavivar nuestra fe, estimularla, enardecerla. Eso está claro. La celebración de este Año Santo está siendo una ocasión providencial para acoger la salvación del Señor. En este contexto, la visita del Papa, con su hondura intelectual y su finura espiritual, nos ayudará a recuperar la confianza en el valor histórico y humanizador de la fe.

Peregrinaciones

– ¿Cómo cree que afectará esta visita a las peregrinaciones jacobeas? ¿Las revitalizará? ¿Será también buena para una cierta purificación de las mismas?

En un año jubilar que está siendo impresionante, en las cifras (en septiembre han venido más peregrinos que en julio) y, sobre todo, más allá de los simples aspectos cuantitativos, la peregrinación del Papa va a suponer un gran impulso para la comprensión del Camino de Santiago, de la Peregrinación Jacobea y del Año Santo Compostelano. En pleno Año Santo, el Obispo de Roma, peregrino de todos los caminos del mundo, acude al encuentro con el Apóstol Santiago, robusteciendo este eje espiritual de la peregrinación.

Más información en el nº 2.726 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, lea la entrevista completa aquí.

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