“La palabra ‘catequista’ está hoy devaluada y llena de estereotipos”

‘Vida Nueva’ entrevista a Koldo Gutiérrez y Álvaro Ginel, salesianos y expertos en Pastoral Juvenil

De izquierda a derecha, Koldo Gutiérrez y Álvaro Ginel. Al fondo, una imagen de Don Bosco

(Miguel Ángel Malavia– Fotos: Luis Medina) Koldo Gutiérrez y Álvaro Ginel se sienten unos privilegiados. Ambos dirigen, respectivamente, dos de las principales revistas de pastoral juvenil en España: Misión Joven, encabezada por Koldo, cumple 50 años, y Catequistas, por Álvaro, llega a las bodas de plata. Desde el carisma salesiano que inspira sus vidas y las dos publicaciones, rezuman el estilo sencillo y amable de Don Bosco.

Desde la atalaya de Misión Joven y Catequistas, ¿en qué punto creen que se encuentra hoy en España la evangelización de los jóvenes?

Koldo (K): En un momento muy interesante, de gran reto. Hay nuevos areópagos, como pueden ser el mundo de la comunicación, Internet… Así como la plataforma evangelizadora que surge de la relación entre la pastoral juvenil y la familiar.

Álvaro (Á): Estamos ante un cambio de época. Antes, los cambios en la catequesis eran de pedagogía, de método. Ahora estamos en una dimensión distinta, y lo que ha cambiado es la propia concepción de la catequesis y de la comunidad cristiana. El esquema imperante hasta ahora era el escolar. Ahora caminamos hacia un modelo en el que nos afecta lo que el niño hace o piensa. Su fe nos implica.

El reto de la formación

– ¿Los catequistas están, por lo común, suficientemente formados como para afrontar el reto de ser evangelizadores?

K: Muchos son magníficos, y hay que quitarse el sombrero ante su labor. Hemos de trabajar por que sientan lo que son: discípulos, enviados y misioneros de Jesús.

Á: Para ellos sólo caben admiración, cariño y reconocimiento. Pero hemos de tener claro que el Evangelio se va infiltrando a pesar de nosotros, catequistas. Con nosotros y a pesar de nosotros. Además, me sorprende que la palabra ‘catequista’, tan importante en la historia de la Iglesia, esté hoy devaluada y llena de estereotipos. El ser catequista esconde una densidad que debemos redescubrir. El futuro está en invertir en formación de catequistas.

– Al vivir en una sociedad plural y heterogénea, también en lo religioso, ¿qué nuevos lenguajes ultilizan para hacer atractivo el mensaje cristiano?

Á: El lenguaje más actual y atractivo es el de tener y evidenciar experiencia de Jesús. A la persona que está tocada por Él, se le nota, transmite que está enamorada. Ésa es la  clave de un catequista, porque eso es lo que cala en los que lo escuchan.

Más información en el nº 2.726 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, lea la entrevista íntegra aquí.

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