Quito acogió el IV Foro Social Mundial de las Migraciones

(J. L. Celada) Bajo el lema Pueblos en movimiento por una ciudadanía universal: derrumbando el modelo, construyendo actores, Quito acogió entre el 8 y el 12 de octubre el IV Foro Social Mundial de las Migraciones. Cerca de un millar de delegados de todos los continentes –entre ellos, varios españoles en representación de Cáritas y de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal– se dieron cita en la capital ecuatoriana para intercambiar experiencias y formular propuestas en torno a cuatro grandes ejes: “Crisis globales y flujos migratorios”; “Derechos humanos y migración”; “Diversidad, convivencia y transformaciones socio-culturales”; y “Nuevas formas de esclavitud, servidumbre y explotación humana”.

La Casa de la Cultura, la Universidad Católica, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) o la Universidad Salesiana fueron algunos de los escenarios donde se desarrollaron estas jornadas de estudio y debate, en las que, sin embargo, también hubo ocasión de disfrutar con eventos culturales, como el festival Todos Somos Migrantes. En el Parque El Arbolito de la capital, pintura, música, teatro, danza y fotografía se dieron cita para expresar en sus diferentes lenguajes la realidad de la movilidad humana. Allí, diversos artistas trataron de recoger en sus creaciones la posibilidad de vivir libremente en el lugar que se haya escogido y cómo hacer de él un verdadero hogar.

Desde el trabajo temporal como nueva forma de explotación (centrado en los casos de Guatemala, Canadá y los Estados Unidos) hasta el dolor de los refugiados palestinos, pasando por la crisis climática y ambiental como origen también de los fenómenos migratorios. Casi todo tuvo cabida en esta cita, que reivindicó una vez más el protagonismo del ser humano como centro de todo.

Este IV Foro concluyó con una declaración final consensuada por la Asamblea de Movimientos Sociales y la aprobación de Corea del Sur como sede de la quinta edición de estos encuentros. Los tres anteriores tuvieron lugar en la ciudad brasileña de Porto Alegre (2005) y en la localidad española de Rivas Vaciamadrid (2006 y 2008).

En el nº 2.725 de Vida Nueva.

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