Los dominicos recuerdan su llegada a América

La herencia de Bartolomé de Las Casas

(Vida Nueva) Durante este mes de octubre, sendos congresos –en Santo Domingo y en Salamanca– conmemoran los 500 años de la llegada de los dominicos a América. Figuras como fray Antonio de Montesinos, Francisco de Vitoria y, especialmente, Bartolomé de Las Casas guían el ‘Pliego’ que, en el nº 2.725 de Vida Nueva, firma Jesús Espeja, profesor en el Instituto Teológico Pastoral para América Latina del CELAM en Bogotá. Una mirada retrospectiva sobre un hecho histórico, pero que todavía hoy sigue interpelando a la Iglesia en forma de desafío: la adecuada evangelización en contextos a priori hostiles.

En estos días, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, continuadora de la Primera Universidad (1538) fundada por la Orden Dominica en América en la ciudad de Santo Domingo, y los Dominicos de la República Dominicana, celebra un Congreso Internacional con el título 500 años de lucha por la justicia. Los dominicos y la UASD. La cita se desarrolla en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana, del 14 al 16 de Octubre de 2010.

Por otro lado, Salamanca acogerá, los días 22 y 22 de octubre, el Congreso conmemorativo del V Centenario de la llegada de los dominicos a América, con el título Para una convivencia en la diversidad, organizado por la Facultad de Teología San Esteban.

“¿Acaso no son hombres?”

En la introducción del ‘Pliego’, Jesús Espeja recuerda cómo “hoy todavía, en el puerto naval de Santo Domingo, se levanta una sólida estatua de fray Antonio de Montesinos, quien, mirando hacia el mar que une a todos los pueblos, sigue lanzando el interrogante: ‘¿Acaso éstos no son hombres?‘.

A esta comunidad profética se unió Bartolomé de Las Casas, ‘defensor de los indios’. ¿Qué significado puede tener este recuerdo en nuestros días cuando no pocos países latinoamericanos celebran el bicentenario de su independencia, los pueblos reclaman el derecho a su autodeterminación, se impone la libertad religiosa y la pobreza denuncia que sigue imperando la ley del más fuerte?

Sin duda, la situación hoy es distinta, pero aquel giro profético en La Española tiene mucho que decirnos”. El autor ciñe su reflexión a tres puntos, coincidentes con las tres partes en las que se divide el ‘Pliego’: La dignidad inviolable de todo ser humano, Hacia una buena evangelización y Derechos humanos y autodeterminación de los pueblos.

Más información en el nº 2.725 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, lea el ‘Pliego’ completo aquí.

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