Fernando Millán: “Algunas críticas a la Vida Religiosa nacen de un suicidio pastoral o de la frivolidad”

Prior General de la Orden del Carmen

(Luis Alberto Gonzalo-Díez, cmf) Fernando Millán Romeral es prior general de la Orden del Carmen (Carmelitas Calzados) desde septiembre de 2007. Tiene 48 años y ha sido profesor en la Facultad de Teología de Comillas.

– ¿Lo importante es el sitio o el tipo de presencia?

Los religiosos tienen que estar donde la vida vibra, en los cruces de los caminos y, de forma muy especial, donde hay soledad, sufrimiento, dolor o pobreza. Una vez más, lo importante es plantearnos qué tipo de presencia queremos mantener. Quizás en esta situación histórica se nos está pidiendo una presencia humilde, generosa, propositiva, entusiasmante…

– Una palabra sobre la distancia de la VR y los jóvenes…

Cuando oigo una explicación simplista y unívoca de la crisis vocacional, desconfío, porque el problema es muy complejo y no hay soluciones mágicas. A veces uno tiene la tentación de pensar que no hay vocaciones porque, en el fondo, no las queremos, no queremos que cuestionen nuestra vida, hábitos, rutinas, puntos de vista, etc. Pero en otras ocasiones, creo que la VR ofrece ámbitos muy atractivos para un joven con verdadero deseo de entregarse totalmente al Señor. Y es eso lo que a veces falla.

– ¿La VR necesita anunciarse?

A mí me preocupa más “qué tipo de Vida Religiosa se vive”, valga la redundancia. Me duelen mucho las críticas infundadas, el desconocimiento de la VR, la falta de gratitud, la crítica maliciosa (que, en el fondo, es un suicidio pastoral y denota una frivolidad tremenda), pero me preocupan más nuestra vida, valores y criterios, nuestra generosidad al servicio de la Iglesia y de la sociedad.

Más información en el nº 2.724 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, vea la entrevista íntegra aquí.

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