El nuevo secretario de la Congregación para la Vida Consagrada habla con ‘Vida Nueva’ sobre las visitas apostólicas a varias instituciones de religiosos
DARÍO MENOR | Joseph Tobin –estadounidense de 58 años–, recientemente nombrado secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, tendrá que lidiar a partir de ahora con las tres “patatas calientes” que afronta su dicasterio: las visitas apostólicas a Irlanda, a los Legionarios de Cristo y a las congregaciones femeninas de los Estados Unidos. De todo ello habla en una entrevista concedida a Vida Nueva.
En la entrevista mantenida en Roma con el colaborador de Vida Nueva, Darío Menor, Tobin destaca que se trata de oportunidades para ayudar y animar, como es el caso de la visita a las diócesis y congregaciones irlandesas implicadas en el tema de la pederastia: “Desde el punto de vista irlandés, esta visita se ve como un castigo para corregir y castigar a los pecadores. Sin embargo, en este dicasterio se ve más como una oportunidad para ayudar”.
De la misma forma se debería interpretar, a su juicio, en el caso de las congregaciones femeninas de Estados Unidos y no como inspecciones de corte policial: “Cuando yo realizaba la visita a mis hermanos les decía: no vengo aquí como un policía, pero tampoco como un turista; vengo como un hermano que apuesto mi vida en un ideal”.
Legionarios de Cristo
Sobre el tema de los Legionarios de Cristo, admite que no ha tenido tiempo de entrar aún en ello, pero asegura que “una conclusión que sí he sacado, y que va contra los que quieren pintar a Benedicto XVI como alguien que quería esconder cosas, es que el Papa se dirigió a esta situación cuando tuvo finalmente la posibilidad de pronunciarse y adoptar una solución definitiva respecto al padre fundador.”
El nuevo secretario del dicasterio no confirma si habrá más visitas a otras congregaciones pero reconoce que no parece “una estrategia muy cristiana” enviar desde Roma a “vigilantes que controlen la vida en otros países”. Tobin sostiene que “hay que examinar si se debe remediar algún punto de nuestro comportamiento para que seamos más fieles a la apuesta” que supone la Vida Consagrada.
Más información en el nº 2.723 de Vida Nueva. Extracto de la entrevista.
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