Gabriel Mendes: “En África no tenemos prisa cuando rezamos”

Catequista de Guinea Bissau en Almería

(Texto y foto: José Carlos Rodríguez Soto) Encuentro a Gabriel Mendes en la casa que los Misioneros de África (Padres Blancos) tienen en el barrio  de “las doscientas viviendas” en la localidad almeriense de Roquetas de Mar. La mayoría de sus habitantes son inmigrantes, sobre todo africanos, de Senegal, Gambia, Malí, Ghana o Guinea Bissau, el país que Mendes dejó de muy joven para ir  a Senegal y más tarde a Mauritania, desde donde hace diez años dio el salto a España.

Este hombre de 40 años, de aspecto sosegado y modales exquisitos, es catequista en tres de las parroquias roqueteñas, una labor que define como “iniciar a la gente a la vida cristiana y hacerlos conocer quién es Jesucristo para que puedan cambiar de vida”. Todos sus catecúmenos, más de un centenar, son inmigrantes africanos de edades comprendidas entre los 16 y los 50 años, y que, como él, comparten las duras condiciones de “crisis económica, falta de trabajo y separación de sus familias”.

Sin embargo, Mendes, que dice mostrarse satisfecho por “la acogida dispensada por las parroquias de España a los inmigrantes”, no oculta que aún no se ha acostumbrado a cómo suelen ser las misas en las parroquias españolas: “Aquí las misas no son animadas. En África, la gente canta mucho y no tenemos prisa cuando rezamos. Además, en España se ven pocos jóvenes en misa…”.

A él, que transmite calma y paciencia, hay dos cosas que nunca le han gustado: la falta de coherencia y que se critique a los demás. En Senegal, su inquietud religiosa le llevó a entrar en los Testigos de Jehová, pero decidió dejarlos porque,  según explica, “me cansé de ver que se pasaban todo el tiempo hablando mal de otras confesiones”. Al emigrar de nuevo a Mauritania conoció a un sacerdote congoleño que le introdujo en unos cursos de Biblia, y allí se decidió a seguir un catecumenado de tres años, al término del cual dio el paso hacia el bautismo.

Más información en el nº 2.722 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, lea la entrevista íntegra aquí.

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