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Teresa de Jesús. Escritos para el lector de hoy


Una obra de Teófanes Egido (Editorial de Espiritualidad, 2008). La recensión es de F. Armenteros.

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Teresa de Jesús. Escritos para el lector de hoy

Autor: Teófanes Egido

Editorial de Espiritualidad

Ciudad: Madrid

Páginas: 256

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(F. Armenteros Montiel) Para la canonización de santa Maravillas de Jesús, carmelita descalza, se organizó una mesa redonda; uno de los ponentes expuso Santa Maravillas en sus hijas. Este libro de Teófanes Egido, experto y erudito en cuestiones históricas, recoge en portada un texto de fray Luis de León muy adecuado: “Yo no conocí a la madre Teresa… la conozco y veo en dos imágenes vivas que nos dexo de sí, que son sus hijas, y sus libros”. “Una mujer luchadora y buscadora de la verdad y la autenticidad”; “compañera de camino. Capaz de iluminar con sus vivencias al cristiano de a pie”, “maestra de oración”, dijeron al presentar el Congreso Internacional Teresiano (Ávila, 23-31 agosto).

La ocasión del libro es el V Centenario del nacimiento de santa Teresa (2015). Está dividido en dos partes: Biografía y Espiritualidad; y Escritos Espirituales –biografía espiritual, experiencia mística (con breves y precisas orientaciones a cada tema: Biblia, espiritualidad cristocéntrica, oración, matrimonio místico, confesores)–, fundadora de una orden de orantes y de hermandad –con textos de las 15 fundaciones (1567-1582)–, y el humor de una mística.

La referencia al “humor” de la Santa, “expresión a fin de cuentas del gozo de la gracia”, y del que el episodio de Salamanca da buena muestra (“hermana, de que eso sea, pensaré lo que he de hacer, ahora déjeme dormir”, responde a la hermana que le insistía en qué haría si ella se muriera y se quedara sola con el cadáver), también aparece, por ejemplo, en la vida de santa Maravillas o en la de san Josemaría (Maestro de buen humor, Rialp); porque la santidad no es algo triste y hay que hacer amable la virtud.

Dedica 97 páginas a la “experiencia mística”, textos en los que la Santa, que se sentía incapaz de expresar lo inefable, y gozosa cuando lo conseguía, comunica estas presencias de Dios desde las primeras señales hasta la unión amorosa; un cántico de las “misericordias del Señor”.

Aparece la Santa como adelantada, en su época, del papel de la mujer en la Iglesia, de la vida contemplativa, de la humanidad de Dios; y el autor destaca su pasión eclesial; el nacimiento de sus frailes…

Egido propone, como conclusión, nueve versos, 28 palabras: “Nada te turbe…”.

Los fieles a santa Teresa disfrutarán una vez más, los menos entendidos se sorprenderán de algo que les sirve para hoy; unos y otros quedarán agradecidos al autor.

En el nº 2.721 de Vida Nueva.

Actualizado
17/09/2010 | 08:32
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