(Fernando Vidal– Profesor de Sociología en la Universidad Pontificia Comillas)
“En este aniversario, la honda caverna de Lascaux sigue siendo lugar donde se expresa misteriosamente la condición humana. También Taizé abrió con luz de velas un espacio donde expresar con sencillos trazos lo más profundo de lo humano”
Pintada hace una eternidad, 70 años atrás fue descubierta la Cueva de Lascaux. Y también hace 70 años fue fundada la Comunidad de Taizé, pintada para la eternidad. El mismo año, con unas semanas de diferencia, unos adolescentes descubrían Lascaux en la Dordoña y el joven Roger descubría en la Borgoña una parábola viva para millones de personas.
En este aniversario, la honda caverna de Lascaux sigue siendo lugar donde se expresa misteriosamente la condición humana. También Taizé abrió con luz de velas un espacio donde expresar con sencillos trazos lo más profundo de lo humano. En Taizé todo se hace cuanto más sencillo, más intenso, y cuanto más intenso, más sencillo. Abriendo lo humano por la mitad, Taizé está tan en el medio del camino que todo el mundo puede andarlo sin violentarse por caminos extraños a la vida ni hacer bruscos movimientos. Real Life. Con Taizé se encuentra, no se tropieza. Taizé redescubre lo eclesial en muchos corazones alejados.
Donde de Cluny sólo quedaban borrosos recuerdos, ha surgido una nueva fuente que mana para los cuatro puntos cardinales. Taizé en todas las estaciones, por frías, lluviosas o tórridas que sean, sigue siendo centro de gravedad para miles de jóvenes y familias. Ha ido construyendo un paradigma pastoral que nos puede inspirar para superar la crisis pastoral que sufre la Iglesia, especialmente con jóvenes y familias. El paradigma pastoral de Taizé se caracteriza por la hospitalidad, la atenta comprensión, la reconciliación con los exilios, la sencillez de los gestos y una humilde palabra sobre lo crucial en alma e Historia. La experiencia mira tan cara a cara que se sabe que ahí hay algo eterno. It’s Real Life. Son 70 años para agradecer y aprender. Taizé: cuantos más años cumple, más joven está. Como en Lascaux y Taizé: hagamos cosas que merezcan ser eternas.
En el nº 2.721 de Vida Nueva.
