Una grata sorpresa en la tele

(Jesús Sánchez Adalid– Sacerdote y escritor)

“Se narra parte de la vida de santo Tomás Moro y su relación con Enrique VIII. Se refleja con sensibilidad y acierto el talante del gran humanista, en su postura de integridad moral y religiosa. Todo ello en un marco bien definido”

En medio del desencanto cotidiano que ofrece la televisión aparece algo novedoso y de calidad: Los Tudor. Me recomendaron esta serie histórica que emite TVE 1; pero su publicidad, con algunas imágenes o tráileres en que solo aparece el joven rey acostándose con mujeres y poco más, me llevó a pensar: “Más de lo mismo”. Me equivoqué; porque, después de seguir los primeros capítulos, opino que estamos ante una de las mejores series hechas para televisión de los últimos treinta años. Sin que sea necesario puntualizar que es un telefilme y no un documento histórico, eso no le quita su valor intrínseco como aproximación a las figuras auténticas que aparecen.

No es necesario sobreabundar en lo difícil que resulta hoy pensar por libre, no dejarse influir por lo que es “políticamente correcto”. Y la televisión desdeña por norma los temas religiosos o morales. Esta serie es un caso aparte.

Se narra parte de la vida de santo Tomás Moro y su relación con Enrique VIII. Se refleja con sensibilidad y acierto el talante del gran humanista, en su postura de integridad moral y religiosa. Todo ello en un marco bien definido para entender por qué se deja recluir en el presidio y más tarde ajusticiar, sin renegar de la verdad. El 26 de octubre de 2000, el Papa le nombró como el patrón de los políticos. Visto por dónde va la actualidad, en un ambiente político lleno de mediocridad, tener un guía y ejemplo de coherencia es un clarividente acierto que no se debe desaprovechar. Vean la serie.

En el nº 2.720 de Vida Nueva.

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