Colombia necesita “optar por la paz” para construirla

La Iglesia lanza una nueva campaña en favor de las víctimas de la violencia

Operación policial contra la guerrilla en Colombia

(J. L. Celada) La Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) y el Secretariado Nacional de Pastoral Social (SNPS/Cáritas Colombiana) lanzaron el día 6 en Bogotá una campaña que, bajo el lema Porque ninguna víctima me es ajena, quiere aunar los esfuerzos e iniciativas en favor de la paz a lo largo y ancho del país. En este 2010, la campaña llega ya a su tercera edición, ocasión que se ha aprovechado para reclamar la atención sobre las víctimas del conflicto, especialmente los desplazados. Porque su situación representa “un reto para todos”, no sólo para un sector social, advirtió el director del SNPS/Cáritas Colombiana, Héctor Fabio Henao, que aprovechó el lanzamiento de la campaña para presentar el informe Reviviendo la esperanza: una mirada crítica en la reconstrucción de la dignidad de las personas víctimas en el marco del conflicto armado colombiano.

La campaña se inscribe dentro de una nueva Semana por la Paz (5-12 de septiembre), impulsada desde la CEC. Su presidente y arzobispo de Bogotá, Rubén Salazar, resumió así sus objetivos: “Queremos ir poco a poco aclimatando la paz, creando una conciencia clara en la ciudadanía y las organizaciones del país sobre la necesidad de la paz y de unos caminos de la paz. Necesitamos optar por la paz. Construir la paz no es una tarea fácil, es una tarea compleja que tiene muchos componentes. Este año la mirada se dirige hacia las víctimas. Buscamos que las víctimas dejen de ser víctimas y puedan reintegrarse normalmente como cualquier ciudadano, gocen plenamente de todos sus derechos y puedan ejercer todos sus deberes”.

En compañía de Henao, el presidente de la CEC recordó en rueda de prensa episodios recientes de violencia, como la emboscada de la guerrilla que el 1 de septiembre causó la muerte de 14 policías en Doncello (Caquetá), y que pone de manifiesto “la urgencia de la paz en el país”. “Como hemos dicho en varias ocasiones –subrayó Salazar–, tiene que cesar el conflicto armado, y el camino tiene que ser el del diálogo”.

Henao, por su parte, reiteró la importancia de atender a las víctimas del conflicto, como viene haciendo la Pastoral Social en las diferentes jurisdicciones desde mediados de los 90. Según datos de este departamento, los desplazados en Colombia superan ya los 3.800.000, y han perdido más de 2.500.000 hectáreas de tierras que poseían en el momento de su marcha.

En el nº 2.720 de Vida Nueva.

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