Editorial

Nuevos modelos de santidad

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Publicado en el nº 2.719 de Vida Nueva (del 4 al 10 de septiembre de 2010).

El aniversario de la muerte de la Madre Teresa de Calcuta ha sido la ocasión para que esta religiosa entregada a los más pobres de entre los pobres sea recordada por creyentes y no creyentes como modelo para un mundo materialista y para una Iglesia que busca vías de renovación. Su pequeña figura se ha hecho grande por su estela de vida, por su testimonio en los rincones más apartados del mundo y por su manera de priorizar el amor sobre todo lo demás. Para muchas personas, ya es santa, modelo de seguimiento del Maestro. Hace falta que pase el tiempo que la Iglesia pone prudentemente para que sea declarada oficialmente y que su memoria sea incluida en la liturgia. Eso son pasos burocráticos, aunque necesarios. Sin embargo, lo importante es que cumple una de las características del santoral: su vida ha sido ejemplo para la Iglesia y el mundo. Una nueva manera de acceder a la canonización, siguiendo la estela de algunos momentos de la Iglesia antigua, la aclamación. Madre Teresa es ya santa aclamada por el pueblo de Dios. Y, para los cristianos, es una llamada a vivir el “Evangelio de las obras” como el mejor camino para ser fieles a Jesucristo.

Pero no sólo es la Madre Teresa; también otros muchos laicos, sacerdotes y obispos son considerados santos por las comunidades cristianas que los conocieron y en cuyos corazones sembraron la semilla de la esperanza. Monseñor Romero o los jesuitas del Salvador que, por la vía del martirio, entraron en el santoral de aquellos fieles. Y otros muchos ejemplos que en la vida de la Iglesia, más allá de la burocracia, merecen que sus testimonios sean conocidos y reconocidos. Ellos gozan de la presencia de Dios, interceden por la Iglesia peregrina y son testimonio para una renovación en la Iglesia, que pasa inexorablemente por el amor y el compromiso con la justicia. Es la hora de los testimonios de aquéllos cuyas vidas hayan estado marcadas por el amor a los más pobres.

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