Muere Panikkar, el teólogo interreligioso

(M. Á. M.) El pasado 26 de agosto, a los 91 años de edad, murió el escritor, filósofo y teólogo catalán Raimon Panikkar. Lo hizo en el pueblo barcelonés de Tavertet, donde pasó los últimos años de su vida. Hijo de padre indio (e hindú) y madre catalana (católica), su discurrir vital y espiritual atravesó distintas etapas, influido por sus constantes lecturas y viajes por todo el mundo. Sacerdote católico y vinculado al Opus Dei desde los inicios de este movimiento, siendo un estrecho colaborador de Escrivá de Balaguer, su primer viaje a la India, en 1955, marcó un gran viraje en la forma de entender su fe. Defensor ante todo del diálogo interreligioso, jamás dejó de definirse como cristiano, aunque desde entonces añadió a esta condición una simbiosis con el hinduismo y el budismo.

Años después, abandonaría el Opus Dei y dedicaría su tiempo a impartir clase en las universidades de diferentes países –fundamentalemente en la de Santa Bárbara (EE. UU.), donde residió durante dos décadas– y a la escritura de libros de teología –publicó más de 80–, defendiendo en todos ellos una concepción religiosa que podría resumirse en esta frase: “Me fui cristiano, me descubrí hindú y vuelvo budista, sin haber dejado de ser cristiano”.

En 1987, ya jubilado de su actividad docente, se instaló definitivamente en Tavertet, con la intención de profundizar en sus raíces personales. Impulsor de varias fundaciones e instituciones para la difusión del diálogo interreligioso, recibió numerosos e importantes galardones, a nivel autonómico (Creu de Sant Jordi, por la Generalitat, en 1999), nacional (Premio de Literatura, en 1961) e internacional (fue condecorado por los gobiernos francés e italiano).

Al día siguiente de la muerte de Panikkar, el obispo de Vic, Romà Casanova, presidió una ceremonia íntima en Tavertet, según el rito católico. Su funeral público tuvo lugar el 3 de septiembre, en la abadía de Montserrat.

En el nº 2.719 de Vida Nueva.

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