Espiritualidad de comunión, prioritaria en Palencia

Esteban Escudero pide fomentar el diálogo en su toma de posesión como nuevo obispo

Esteban Escudero, ante el nuncio Fratini y el obispo Munilla

(José Lorenzo) El 29 de agosto, Esteban Escudero Torres tomó posesión como nuevo obispo de Palencia –el número cien del episcopologio palentino– con el deseo de “priorizar la dimensión de ‘comunión’ como eje vertebrador de mi ministerio apostólico”. El nuevo titular animó en su homilía a “valorar” los organismos de participación eclesial previstos en el Código de Derecho Canónico (consejos presbiterales y pastorales), así como “fomentar el diálogo regular entre el obispo y sus consejos asesores”. Aunque también advirtió que no se debe “caer en el relativismo, ni en la difundida creencia de que la verdad se cuenta por mayorías. La Palabra de Dios y el Magisterio de la Iglesia son puntos de partida para iniciar todo diálogo pastoral y toda participación en la vida de la comunidad eclesial”.

Los medios palentinos no pasaron por alto en sus crónicas las abundantes reflexiones sobre la “espiritualidad de comunión”, aún frescos en la memoria importantes desencuentros de su predecesor con una parte del presbiterio de la diócesis.

Escudero, que estuvo acompañado en la ceremonia celebrada en la catedral por una treintena de obispos, más de 350 sacerdotes y unos 2.000 fieles (varios llegados desde su Valencia natal, donde fue obispo auxiliar desde el año 2000), identificó a “los preferidos en la Iglesia que peregrina en Palencia”: los marginados, los pobres, los parados, los enfermos… A todos ellos les prometió “movilizar los recursos humanos y económicos de la diócesis para aliviar en lo posible vuestra difícil situación”.

Tuvo palabras para los miembros de otras confesiones, los alejados de la Iglesia y los no creyentes: “Con vosotros deseo relacionarme, para construir todos juntos una sociedad mejor, más humana y más igualitaria”. Con esto, mostró una de sus grandes inquietudes, como es el diálogo fe-cultura, del que da prueba sus tesis doctoral sobre Miguel de Unamuno, junto con su preocupación por la evangelización de jóvenes, a quienes dirigió un saludo especial. Lo mismo hizo con sus predecesores, entre ellos Nicolás Castellanos.

En el nº 2.719 de Vida Nueva.

Compartir