La jerarquía católica venezolana ve intereses políticos en el conflicto con Colombia

El presidente del Episcopado insta a ambas Iglesias a construir la paz

Ubaldo Santana

(Victoria Lara) El presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Ubaldo Santana, en una entrevista concedida a Vida Nueva Colombia (texto íntegro aquí), se ha mostrado convencido de que el grave deterioro de las relaciones entre su país y la vecina Colombia obedece a intereses políticos de uno y otro lado. Un conflicto que ha empeorado como consecuencia de las recientes denuncias por parte del saliente Gobierno colombiano sobre la presencia de la guerrilla en territorio venezolano, que han sido presentadas ante la Organización de Estados Americanos (OEA), y que el Gobierno de Hugo Chávez ha rechazado, desembocando en la ruptura de las relaciones entre ambos países.

“Me parece que se quiere aprovechar, por un lado, la salida de un Gobierno para que no se le diga que no denunció claramente algunas situaciones que, a lo mejor, le reclaman después los ciudadanos y, por el otro lado, también creo que se aprovechan siempre esas coyunturas de transición para demostrar fortalezas frente a quien en este momento aún no puede responderle de manera oficial”, asegura el también arzobispo de Maracaibo; unas circunstancias a las que habría que sumar, en su opinión, “el horizonte electoral que se va a dar en Venezuela en septiembre”.

Asimismo, Santana considera, en relación a las denuncias de Colombia, que “cada Gobierno debe tener suficientes argumentos como para llevar este debate a las instancias internacionales como lo es la OEA”, por lo que “es importante que se tomen en cuenta, porque tienen consecuencias muy serias”, y pide a la OEA “que propicie una investigación seria, que se verifique que lo que se está denunciando existe”.

Diálogo difícil

El presidente de la CEV cree que, “por más politizada y electoralizada que esté la situación”, no tiene sentido “que vayamos a pensar en una guerra o confrontación”, ya que existen multitud de canales “que favorecen el entendimiento y reconstrucción de la paz” entre dos pueblos que, además, son “vecinos y hermanos”.

En este sentido, insta a las Iglesias y a los pastores de ambos países, a los que considera “embajadores y constructores de la paz en nuestras respectivas comunidades”, a “aportar en este momento lo mejor de nuestra experiencia y trabajo acumulados en distintos aconteceres sociales y políticos, en los que hemos tenido que participar para alejar el fantasma de la guerra y propiciar en todas las formas posibles que los arreglos sean pacíficos, sean negociados y producto de un escucharse y respetarse mutuamente”.

Ubaldo Santana también se refirió en su conversación con Vida Nueva Colombia a las relaciones de la Iglesia venezolana con el Gobierno de Chávez. En opinión del arzobispo, “nosotros siempre hemos abogado por facilitar un acercamiento y contribuir a que se dialogue seriamente sobre algunos puntos concretos donde la Iglesia puede hacer un aporte significativo para mejorar el clima de convivencia entre los venezolanos, pero no hemos logrado aún encontrar ese espacio”.

Asimismo, cree que el diálogo entre ambas partes será “difícil”, mientras no se destierre “esa presentación que han querido hacer de la Iglesia o de su cúpula aliada a los ricos”.

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UROSA REITERA QUE CHÁVEZ VIOLA LA CONSTITUCIÓN


El cardenal Jorge Urosa, arzobispo de Caracas, ratificó el martes 27 de julio ante la Asamblea Nacional (AN) su opinión de que el presidente venezolano, Hugo Chávez, y los diputados violan la Constitución con su plan socialista, en una sesión a puerta cerrada a la que no tuvieron acceso los medios en contra del deseo del purpurado, que pidió que la intervención fuera transmitida en directo por la red de emisoras estatales de radio y televisión.

Al término de la sesión, el canal opositor Globovisión aseguró que el cardenal leyó un documento en el que dejó claro que sí ha emitido opiniones, pero que no ha sido su “ánimo ni intención” el hacer acusaciones ni denuncias.

Urosa advirtió durante su alocución que el presidente “está decidido a convertir a Venezuela en un estado socialista”, a lo que añadió: “Opino que llevarnos por este camino implicaría dejar a un lado importantes principios consagrados en la actual Constitución”.

La comparecencia tuvo lugar una semana después de rechazar la invitación realizada por la AN al considerar que no se daban “las condiciones de serenidad necesarias para un diálogo provechoso”.

En el nº 2.718 de Vida Nueva.

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