El verano pone a prueba a las parroquias de zonas turísticas

Multiplican servicios y sacerdotes para atender a los visitantes

Turistas en la procesión de la Virgen del Carmen (Valencia)

(Marina de Miguel) Acogida. Ésta es la clave por la que, mientras unos gozan de un merecido descanso vacacional, las parroquias de las zonas más turísticas del país no tienen ni un respiro: deben atender las necesidades espirituales de los visitantes nacionales y extranjeros que recalan en esos lugares. “Cada diócesis echa mano de su imaginación y recursos para que se integren en las ceremonias o puedan acceder a los sacramentos”, explica a Vida Nueva Francisco Juan Galiana Roig, director del Departamento de Pastoral de Turismo y Tiempo Libre de la Conferencia Episcopal Española.

El principal reto de la Pastoral del Turismo en estos meses es la necesaria reorganización de todo. Tienes que ver cómo atender a los recién llegados de forma eficaz”, añade. Para empezar, muchas diócesis, como la de Orihuela-Alicante –de la que también es delegado diocesano–, reciben al turista con un caluroso saludo del obispo.

Es igual de importante dar a conocer a las agencias de viaje, hoteles o puntos de encuentro toda la información relativa a los horarios y lugares de culto, así como a la celebración de otros acontecimientos de interés religioso, por ejemplo, la procesión de la Virgen del Carmen (16 de julio), tan popular en las localidades costeras.

Para que los extranjeros se sientan integrados, hay misas internacionales en diversos idiomas o se facilitan una serie de folletos con las lecturas dominicales y todo el material necesario. Debido a que Mallorca, como señala Joan Bestard, su delegado de Pastoral de Turismo, “es un barco internacional anclado en la bahía de Palma”, los textos se traducen al alemán, inglés, holandés, francés, polaco e italiano.

Casarse ‘a la española’

El número de sacramentos también se multiplica en este período. En la diócesis de Málaga se edita desde hace años un cuestionario en cuatro idiomas que facilita la confesión. Según comenta Guillermo Tejero, arcipreste de Fuengirola-Torremolinos, es común el llamado ‘turismo nupcial’: ciudadanos extranjeros, especialmente irlandeses e ingleses, que acuden a la costa española a casarse y celebrar los fastos posteriores. Sólo en su zona, este año se han celebrado cerca de 40 enlaces.

Más información en el nº 2.717 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor, lea la noticia íntegra aquí.

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